Las alteraciones del sueño pueden aumentar el riesgo de sufrir problemas de salud, como el Síndrome de la Apnea Obstructiva (SAOS), insomnio crónico o hipersomnia, entre otros, afectando a la calidad de vida de las personas. Una de las causas de estas patologías son los trastornos respiratorios del sueño, que en el caso del SAOS puede llegar a ser mortal. En ese sentido, el dentista tiene un papel imprescindible como integrante del equipo multidisciplinar de las unidades del sueño.
El dentista formado es uno de los sanitarios que pueden sospechar de la existencia de apnea del sueño, mediante una exploración bucal
El odontólogo puede observar ciertas características anatómicas y dentales relacionadas con la apnea obstructiva del sueño (AOS), y referir al paciente al médico o unidad del sueño, donde estudiar el caso y realizar las pruebas necesarias para llegar al diagnóstico médico definitivo. Dependiendo la severidad del caso existen distintas modalidades de tratamiento.
Los síntomas que puede provocar la apnea del sueño en la cavidad oral es la debilitación o desgaste de los dientes, una mandíbula más pequeña de lo habitual, una lengua con muescas o una garganta enrojecida ya sea por inflamación o por irritación.
Cuando una persona padece apnea del sueño tiende a apretar y hacer rechinar los dientes, en un intento de volver a abrir las vías respiratorias. Esto puede ser signo de un inicio de bruxismo y con el tiempo esta actividad termina debilitando el esmalte.
EL DENTISTA, FUNDAMENTAL EN LA DETECCIÓN DE AOS
El dentista está en una posición muy privilegiada para sospechar y detectar posibles pacientes con AOS. El Dr. Manuel Míguez, presidente de la Sociedad Española de Medicina Dental del Sueño (SEMDeS) en declaraciones a Dentalia apunta que “a todos los pacientes le decimos que abra la boca y la podemos observar con nuestros equipos dentales bien iluminada, mediante la exploración bucal pueden observarse ciertas características anatómicas y dentales relacionadas con la AOS. El síntoma más común es el ronquido, causado por la vibración que se produce al pasar el aire por las vías respiratorias altas que se encuentran estrechadas. Otros síntomas que pueden aparecer: pausas de respiración nocturna, somnolencia y cansancio diurno, dolores de cabeza al despertar, disminución de la concentración y la memoria, depresión, falta de ánimo e irritabilidad, necesidad de orinar durante la noche, pérdida del apetito sexual”.
La cavidad oral tiene un papel muy destacado en el trastorno respiratorio del sueño, causado por el estrechamiento y obstrucción de la faringe
Todo esto tiene consecuencias para la salud y es que existe una clara asociación entre la AOS y alteraciones generales de salud entre las que el Dr. Míguez apunta: “insomnio y sueño interrumpido, hipertensión arterial, problemas cardiacos y cerebrovasculares (ictus), diabetes, demencia y Alzheimer, enfermedades neoplásicas y cáncer disminución de la calidad de vida y un aumento de riesgo de accidentes de tráfico y laborales. Además, los ronquidos interrumpen el sueño de quienes nos rodean y por tanto, afectan a la calidad del mismo”.
TRATAMIENTO CON DISPOSITIVOS DE AVANCE MANDIBULAR
Una vez diagnosticada la AOS por el médico especialista “existe una gran evidencia científica, sobre todo estos últimos años muy a favor del tratamiento con DAM, el Documento Internacional de Consenso liderado por SEPAR y donde participamos 16 sociedades científicas más, hizo una revisión minuciosa de todas la últimas investigaciones y bibliografía científica pertinente, llegando a la conclusión de que el tratamiento con DAM es de primera elección en pacientes con AOS leve o moderada sin indicación de CPAP (dispositivo de ventilación mecánica no invasiva una presión de aire mayor a la habitual en las vías respiratorias) ni otra alternativa de tratamiento que presenten sintomatología menor o ronquido que resulte molesto. Y de segunda elección cuando el paciente rechaza o no se adapta a la CPAP”, apunta el doctor.
El tratamiento con DAM (dispositivo de avance mandibular) consiste en un aparato bucal individualizado, diseñado y hecho a medida, realizado por un dentista del sueño. “Proporciona una notable mejoría al hacer avanzar cómodamente la mandíbula mientras dormimos, de una forma controlada y titulada durante el sueño, abre la vía aérea, evita que la lengua se deslice hacia atrás y que, por tanto, bloquee las vías respiratorias”, señala el Dr. Míguez. “El tratamiento de la apnea del sueño de manera multidisciplinar y el aporte de los dentistas con este tratamiento mejora la calidad de vida y el descanso del paciente y de quienes le rodean”, añade.
Desde el Consejo General de Dentistas, su presidente Óscar Castro apunta que “gracias al trabajo de SEMDes, los dentistas podemos conocer en profundidad esta patología, intercambiar conocimientos con otros profesionales e implicarnos en esta materia interdisciplinar para ayudar a los pacientes con trastornos del sueño que van a la clínica dental y que no están diagnosticados”.