El cuidado de la salud bucodental es importante desde las primeras etapas de la vida. Mantener una boca y dientes en perfectas condiciones desde la infancia evita, no sólo problemas e incomodidades en ese momento, sino que previene de la aparición de patologías en edades adultas, unas afecciones que pueden llegar a ser más difíciles de tratar si esperamos hasta entonces.
“La odontopediatría abarca desde los bebés hasta los 18 años”, afirma María Noguerado, odontopediatra de Oceanic Ortodoncia y Odontología Infantil. Recuerda que “lo más importante en la odontopediatría es la prevención” y estar alerta para detectar la “aparición de caries y alteraciones del desarrollo óseo”.
“La primera revisión debe realizarse antes del primer cumpleaños”
Muchos padres se plantean cuándo es el momento el que un niño debe empezar a acudir a la consulta dental ante lo que la Dra. Noguerado explica: “Las últimas recomendaciones de las sociedades odontopediátricas, tanto americana como británica o europeas, es que la primera revisión se realice antes del primer cumpleaños. Incluso en lugares con una incidencia de caries muy elevada, como puede ser Latinoamérica, se recomienda que la primera revisión se haga en edad gestacional de la madre”.
La caries es una enfermedad infecciosa provocada por bacterias y sustentadas en el azúcar. “Con una buena higiene y si el niño no toma azúcar, no tienen por qué darse”, recuerda la doctora quien afirma que “las bocas sanas existen”.
“Generalmente los padres se comienzan a dar cuenta de que sus hijos tienen caries al año y medio cuando los dientes se ponen marrones”, alerta la doctora. Eso provoca que “normalmente la primera consulta suele ser en torno a los dos o tres años por una caries o por un traumatismo”.
“Hasta los cinco años con pequeñas intervenciones se pueden prevenir grandes maloclusiones cuando son mayores”
La odontopediatría tiene un papel muy importante en la odontología del bebé para la prevención. “Que los niños se acostumbren a ir a la consulta desde pequeños hace que cuando se van haciendo mayores sepan que van a un sitio en el que no pasa nada malo”, apunta la experta.
“En la semana ocho de gestación comienza el desarrollo de los gérmenes de los dientes temporales y muchos permanentes”, afirma la doctora. Vigilar la correcta erupción de los dientes puede ahorrar muchos problemas en el futuro. “A los dos años, o dos años y medio en el caso de los varones, todos los dientes temporales deben haber salido. A partir de esa edad tenemos que estar muy atentos al desarrollo de la masticación, del habla, de la anatomía de toda la boca, la función de la lengua… Hasta los cinco años hay un proceso muy importante de plasticidad que en muchas ocasiones con pequeñas intervenciones, conocidas como rehabilitaciones neuroclusales, pueden prevenir grandes maloclusiones cuando son mayores”, destaca la Dra. Noguerado.
Algo frecuente que los odontopediatras se encuentran en consulta es que algunos niños tengan mordida cruzada, lo que la doctora afirma “se pude tratar fácilmente con estas rehabilitaciones porque a esas edades los niños tienen una gran plasticidad ósea, por lo que el tratamiento es muy poco invasivo”. Si el abordaje de este problema se retrasa y “lo queremos tratar cuando el niño tiene ocho años, por ejemplo, ya el problema óseo, muscular y de los circuitos neurales está establecido y el tratamiento para corregirlo es mucho más agresivo”, advierte la doctora.
“El espesor del esmalte en los dientes temporales es inferior al de los dientes permanentes”
“Que los niños tengan los dientes algo separados, es normal. Los niños pequeños deben tener diastema”, afirma la Dra. Noguerado. “Esto se debe a que los dientes de leche son más pequeños que los dientes permanentes”, aclara.
“El cien por cien de los problemas de ortodoncia pueden ser corregidos en la primera infancia, hasta los 6 años. Si se redirige el crecimiento a que sea adecuado para que pueda albergar todos los dientes”, sostiene la odontopediatra.
Las caries no afectan igual a los niños y a los adultos. La experta recuerda que “la anatomía de los dientes temporales es diferente a la de los dientes permanentes, por el espesor del esmalte”. Al ser este espesor menor en los dientes de los niños, “cuando una caries empieza en un diente temporal avanza más rápidamente que en los definitivos, dado que tiene menos superficie que atravesar”, puntualiza.
“La odontopediatría es la gran olvidada”
“La odontopediatría es la gran olvidada por el mito falso de no tratar las caries en los dientes de leche porque se van a caer”. La experta atribuye el déficit de atención a niños a que “muchos odontólogos no están acostumbrados a tratar con pacientes de esas edades. Lo más complicado en odontopediatría es el manejo de la conducta del paciente y de sus padres”, añade.
Además apunta que “cada vez hay menos odontopediatras porque económicamente no es uno de los ámbitos “más rentables” de la odontología. Sin embargo, reconoce que la sociedad está “empezando a apreciar cada vez más su valor y a los buenos profesionales de la odontopediatría”, con el aumento de la preocupación por la salud bucodental.
La demanda de estos profesionales ha aumentado durante los últimos años “aunque sobre todo en ciertos niveles socio culturales”, reconoce. La doctora señala que aún “hay veces en las que estos problemas se abordan sólo cuando las necesidades básicas de la familia ya están cubiertas”.