La estabilidad del tejido blando se ha convertido en la actualidad en un factor determinante para el éxito y la durabilidad de los implantes dentales. En declaraciones a Dentalia, la Dra. María Martín Ares, Codirectora Médica y Cirujana Bucal de Ares Solozábal Odontología y Medicina Estética, destaca la importancia del fenotipo gingival en la salud de los tejidos blandos periimplantarios. "El fenotipo gingival engloba tres dimensiones de la encía: altura, anchura y perfil de emergencia. Son conceptos fundamentales que todo profesional dedicado a la implantología debe dominar", afirma la especialista.
Uno de los elementos esenciales para garantizar la salud gingival es la presencia de encía queratinizada. "Siempre hemos hablado de una presencia mínima de dos milímetros para conseguir salud gingival. Con dos milímetros, una buena técnica de higiene y un adecuado control de placa por parte del paciente y visitas al odontólogo, la estabilización de los tejidos blandos es factible", explica la Dra. Martín Ares.
Sin embargo, la tendencia actual busca un mayor grosor de la banda de encía queratinizada no sólo por razones estéticas, sino también por su función protectora. "Un mayor grosor de esta banda aporta una 'estética rosa' alrededor de nuestras rehabilitaciones implantológicas y actúa como un escudo contra la entrada de placa bacteriana alrededor de los implantes, previniendo así la mucositis y la periimplantitis", detalla la experta.
"Los injertos de tejido blando alrededor de los implantes son una fase correctiva cuando existe una carencia de encía queratinizada"
El diseño de la prótesis también juega un papel crucial en la estabilidad de los implantes. "El espacio biológico es el espacio de contacto de nuestras prótesis con la plataforma de los implantes y actualmente es un tema en boga. Lo generamos mediante los perfiles de emergencia de nuestras prótesis", explica la Dra. Martín Ares. La tendencia actual busca "perfiles de emergencia cada vez más estrechos para obtener espacios biológicos más anchos, lo que favorece el desarrollo de un tejido blando que nos aporte estética y protección".
Cuando no se consigue una banda suficiente de encía queratinizada de manera natural, es necesario recurrir a injertos de tejido blando a través de técnicas quirúrgicas. "Los injertos de tejido blando alrededor de los implantes son una fase correctiva cuando existe una carencia de encía queratinizada", explica la codirectora médica de Ares Solozábal Odontología y Medicina Estética.
El procedimiento más efectivo es la realización de un injerto de encía libre con colgajo de reposición apical. "Esto consiste en extraer una banda de tejido del paladar y colocarla a modo de parche sobre la plataforma del implante, donde normalmente carecemos de encía queratinizada". Sin embargo, la Dra. Martín Ares advierte sobre las limitaciones: "Si hay carencia en uno o dos implantes, se puede abordar en una sola cirugía, pero si afecta a más de cuatro o cinco implantes, es necesario realizar el procedimiento en distintas fases quirúrgicas, esperando de nuevo la regeneración de ese tejido palatino donante".
AVANCES EN INVESTIGACIÓN EN IMPLANTOLOGÍA
La implantología ha avanzado significativamente en las últimas décadas, pero la Dra. Martín Ares señala que durante mucho tiempo el tejido blando ha sido un aspecto secundario en la investigación. "Desde el origen de los implantes, la mayoría de los estudios se han centrado en la superficie del implante, el sistema de rosca y la regeneración de tejido óseo. Sin embargo, en la última década hemos comenzado a dar la importancia que merece al tejido blando, no solo mediante técnicas quirúrgicas, sino también desde el diseño de las prótesis".
"Si los implantes están rodeados de unas condiciones de tejido blando favorables, esta banda protectora evitará la entrada de placa en el surco gingival"
El mantenimiento de una correcta higiene bucodental es otro factor clave para el éxito de los implantes. "La higiene del paciente es determinante, pero no una causa del fracaso del implante en ninguno de los casos", señala la Dra. Martín Ares. Aunque la mala higiene o hábitos como el tabaquismo pueden influir negativamente, "si los implantes están rodeados de unas condiciones de tejido blando favorables, esta banda protectora evitará la entrada de placa en el surco gingival", explica. No obstante, insiste en la importancia del autocuidado: "Indudablemente, un paciente con buena higiene tendrá mayor éxito en sus tratamientos implantológicos".
Uno de los mayores desafíos en implantología es el tratamiento de pacientes con poca disponibilidad ósea. "El reto de cualquier implantólogo es abordar a estos pacientes mediante técnicas de regeneración ósea guiada o injertos autólogos, que actualmente combinamos con biomateriales para mejorar la recuperación del tejido óseo". En los casos de atrofia maxilar severa, la Dra. Martín Ares apunta que la solución pasa por los implantes subperiósticos y cigomáticos como opciones avanzadas. "Son soluciones complejas, pero altamente eficaces en situaciones de extrema reabsorción ósea", concluye.