La caries dental es la enfermedad crónica más extendida en el mundo y según los datos del Atlas de Salud Bucodental en España, elaborado por el Consejo General de Dentistas, la caries no tratada tiene una prevalencia global del 40%. Las caries son lesiones en la estructura dental provocadas por los ácidos de la placa bacteriana que no se han eliminado de nuestra boca.
Existen diferentes tipos de caries: de corona, de fisura, radicular, recurrentes e interdentales. Éstas últimas son las más complejas de detectar ya que se forman en la “superficie interdental que es la superficie del diente que mira hacia otro diente y que normalmente es difícil de observar ya que permanece oculta”, según explica en declaraciones a Dentalia el odontólogo y especialista en Implantes Dentales y Periodoncia, Dr. Julio Enrique Reyna Gutierrez.
“En un primer momento, la caries dental produce un daño debajo de la superficie del diente sin perforarla”
“En primer lugar deberíamos precisar que la caries dental es una enfermedad que produce como secuela lesiones cariosas. En otras palabras, las lesiones cariosas son daños en los dientes producidos por la enfermedad denominada caries dental”, puntualiza el odontólogo.
Tener una lesión cariosa no significa necesariamente que tenemos “un hoyo u cavidad en el diente”, explica el Dr. Reyna, lo que conoceríamos como lesión cariosa cavitada. “Al inicio, la caries dental produce un daño debajo de la superficie del diente sin cavitarla, sin perforarla. En esta primera etapa es factible tratarlas sin usar el temido ‘taladro’, sino mediante agentes químicos, una mejor higiene bucal y cambios en la dieta, principalmente, una reducción la cantidad y frecuencia de consumo de alimentos con alto contenido de azúcar”.
Las consecuencias en nuestros dientes pueden agravarse, advierte el doctor, si no se actúa. “Si no se toma acción, el daño producido por la caries dental se va haciendo de mayor magnitud hasta que, finalmente, la superficie colapsa y se termina produciendo una cavidad”.
“El hilo dental es fundamental para que no queden restos de alimentos en las zonas a las que no llega el cepillo de dientes para evitar caries”
El experto reconoce que “es difícil mantener limpia esta cavidad mediante el cepillado dental”. Por lo tanto, esta cavidad va a terminar almacenando restos de alimentos y va a alojar un gran número de microorganismos que se van a instalar y acelerar de manera exponencial el proceso de destrucción de diente.
Para evitar esta situación, afirma el Dr. Reyna, “los dentistas procuramos ‘tapar’ estas cavidades mediante restauraciones dentales. Sin embargo, tapar una lesión cariosa no equivale a tratar la enfermedad de caries dental”. Una persona que padece de caries dental puede seguir desarrollando más lesiones cariosas en otros dientes o superficies dentales, si la enfermedad caries dental no es abordada y tratada integralmente.
“La zona interdental es particularmente susceptible a desarrollar lesiones cariosas debido a que el cepillo dental no llega con facilidad y, si no usamos hilo dental, suelen quedar restos de los alimentos que ingerimos. Estos residuos son utilizados como alimento por las bacterias que habitan de forma natural en la cavidad oral y son transformados en ácidos. Finalmente, estos ácidos dañan los dientes y originan lesiones cariosas”, indica el odontólogo.
“Las lesiones cariosas interdentales no se ven a simple vista y en algunos casos pueden no ocasionar síntomas”
Para el público en general, detectar lesiones cariosas interproximales es difícil debido a que por su ubicación generalmente no son visibles. “Además, no en todos los casos ocasionan síntomas y cuando los ocasionan estos síntomas que son un aumento de sensibilidad o dolor, el daño al diente suele ser muy grande. Lo mejor es detectar este tipo de problemas de manera temprana, antes de que se haya formado una cavidad en el diente”, explica el doctor.
Por este motivo, para prevenir este tipo de lesiones cariosas y/o detectarlas de manera temprana la mejor alternativa es una evaluación visual por un odontólogo, complementada con radiografías intraorales. La frecuencia con la que una persona debe acudir a revisiones odontológicas tiene que ser determinada por el odontólogo en base al riesgo de desarrollar lesiones cariosas. A mayor riesgo, mayor será la frecuencia de visitas al odontólogo.
“Si las lesiones cariosas no son tratadas oportunamente, pueden dañar severamente al diente afectado”, advierte el Dr. Reyna. “El daño puede ser tan extenso que pueden causar la pérdida del diente, con la consecuente disminución en la función masticatoria y en la calidad de vida. Durante el proceso, pueden ocasionar dolor intenso, producir infecciones localizadas en el hueso que aloja los dientes y, en casos excepcionales, ocasionan infecciones que se extienden a través de los tejidos de la cara y cuello que pueden comprometer la vida del paciente”, concluye.