Tras disfrutar de las vacaciones de verano es esencial recordar la importancia de prestar atención a nuestra salud bucal. La mayor ingesta de bebidas carbonatadas, helados o el descuido de nuestra higiene bucodental puede provocar determinadas patologías orales que nos afecten y que deben ser tratadas por un profesional.
El odontólogo Iván Malagón, director de Iván Malagón Clinic, reconoce que “en general, en vacaciones la gente descuida bastante su salud bucodental. Comemos más veces fuera de casa y no solemos llevar con nosotros el cepillo de dientes”.
“En vacaciones se desequilibra nuestra salud bucodental y notamos una mayor afluencia de pacientes en las clínicas dentales”, apunta el doctor
Además de la higiene dental nuestra pauta alimenticia también influye en nuestra salud bucodental. “Comer fuera de casa también hace que descuidemos un poquito la dieta, y que no sea tan equilibrada como normalmente, ya que para el equilibrio en la flora bacteriana en la boca sea correcto tenemos que tener una dieta rica en proteínas, en calcio y en vitaminas. Cuando comemos fuera tomamos más carbohidratos, carnes rojas… y eso afecta negativamente en la salud oral”, apunta el doctor.
Al regreso de las vacaciones de verano muchas personas acuden a la consulta del dentista y por eso los profesionales apuntan que las visitas de pacientes aumentan más tras los meses de verano que en otros momentos del año. “En vacaciones se desequilibra nuestra salud bucodental y notamos una mayor afluencia de pacientes en las clínicas dentales. En vacaciones, al descuidar nuestra higiene bucucodental aparece más sarro, se inflaman y sangran más las encías y con el consumo de helados y procesados, algunas caries que están enmascaradas durante el año, aparecen”, indica el Dr. Malagón.
El azúcar, el tabaco y el estrés son algunos de los grandes enemigos de nuestra salud bucodental
Al terminar las vacaciones y comenzar un nuevo curso muchas personas se proponen nuevos hábitos de alimentación, deportivos… y este experto recomienda también incluir algunos que puede afectar positivamente a nuestra salud bucodental.
Durante el verano se abusa de la ingesta de bebidas que no son buenas para nuestros dientes. “La ingesta de bebidas carbonatadas, ricas en azúcares y ácido carbónico hace que se cree más placa dental y se desmineralice el esmalte. En verano también se toma más alcohol y hace las mucosas estén menos permeables”, apunta el doctor. Recomienda limitar el consumo de bebidas carbonatadas y zumos ácidos para prevenir el desgaste prematuro del esmalte dental y las manchas. Además de minimizar el consumo de café y vino para prevenir la decoloración de los dientes.
Decir adiós al tabaco es otro de los propósitos que evitará, no solo dañar la salud general, sino que también dental ya que provoca manchas en los dientes, enfermedades en las encías y deterioro en la salud bucal en general.
Otro consejo pasa por llevar una nutrición equilibrada. Mantener una dieta equilibrada, rica en proteínas, calcio, flúor y vitaminas A, C, D y K. Conviene huir de las dietas hiperproteicas, ya que pueden afectar negativamente la salud bucal y general. Con la llegada del frio, debemos consumir platos calientes con precaución, ya que los cambios bruscos de temperatura pueden causar sensibilidad dental y dañar los tejidos a largo plazo. Debemos controlar la ingesta de carbohidratos, prefiriendo alimentos saludables como legumbres en lugar de opciones poco recomendables que puedan dañar los dientes.
El azúcar es otro de los grandes enemigos de nuestra boca. Reducir el consumo de alimentos ricos en azúcares para prevenir la proliferación de bacterias que causan caries y cepillar los dientes inmediatamente después de consumir azúcares es otro de los consejos de este experto. Y advierte: cuidado con los alimentos "light", ya que algunos también contienen azúcares y pueden provocar caries.
“No debemos subestimar la salud dental en medio de los cambios estacionales”, recuerda el doctor
Mantener una rutina de cuidado bucal completa es fundamental. Esto incluye el uso de pasta con flúor, hilo dental y enjuague bucal. Limpia también la lengua, el paladar y masajea las encías. Visitar al dentista de forma regular y ante cualquier molestia es la mejor forma de preservar nuestra salud bucodental.
Y por último controlar no debemos olvidarnos de otro gran enemigo de la salud oral: el estrés. Debemos evitar hábitos perjudiciales como el rechinar o apretar los dientes, especialmente en situaciones de estrés. Estos hábitos pueden dañar la dentadura y la articulación de la mandíbula.
El Dr. Malagón enfatiza la importancia de mantener una buena salud bucodental para afrontar los meses de invierno: "La salud dental es fundamental para nuestro bienestar general, y es crucial no subestimarla en medio de los cambios estacionales y las circunstancias actuales”.