El Consejo General de Dentistas ha querido recordar la vinculación que existe entre la salud bucodental y la cardiovascular señalando que “una mala salud oral multiplica por dos el riesgo de sufrir un ataque cardiaco, y por tres, un derrame cerebral”.
Esto se debe a que la periodontitis, la inflamación prolongada de las encías, permite que las bacterias entren en el torrente sanguíneo y se adhieran a las placas grasas, lo que contribuye a la obstrucción vascular y desencadena una respuesta inflamatoria que causa que los vasos sanguíneos se hinchen, reduciendo el flujo de sangre y aumentando el riesgo de coágulos y trombos.
La perdida de dientes también está relacionada con mayor riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares
“Está comprobado científicamente que la pérdida dentaria, indicador del deterioro bucodental como resultado de la caries y la enfermedad periodontal, está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar patologías cardiovasculares”, explica el Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas.
Otros factores de riesgo de las enfermedades del corazón, además de la periodontitis, son la hipertensión, colesterol alto, diabetes, sedentarismo, una dieta inadecuada, el tabaco y el alcohol.
Los dentistas recuerdan la importancia de las revisiones periódicas para detectar patologías de forma temprana y comenzar su tratamiento
Desde el Consejo General de Dentistas se recomienda que, aparte de seguir una dieta sana, se debe llevar una correcta higiene bucodental para eliminar la placa, cepillando los dientes durante dos minutos, al menos, dos veces al día, con pasta dentífrica fluorada y utilizar seda o cepillo interdental. También es importante acudir periódicamente al dentista para detectar cualquier patología oral e indicará el tratamiento adecuado, así como evitar otros factores de riesgo como el alcohol y el tabaco.
En el año 2022, se produjeron en España 463.133 defunciones. El grupo de enfermedades del sistema circulatorio se mantuvo como primera causa de muerte, con el 26,0% del total y una tasa de 252,2 fallecidos por cada 100.000 habitantes, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).