Los dentistas alertan de que la desnutrición puede influir en el crecimiento maxilofacial y desarrollo de los componentes orofaciales, enfermedades dentales, de la mucosa oral y propiciar el cáncer oral. De manera similar, una mala salud bucodental puede afectar a la ingesta dietética diaria, lo que en consecuencia degrada el estado nutricional.
Es evidente que las enfermedades dentales impactan negativamente en la autoestima y en la calidad de vida en general. Por lo tanto, la identificación y el manejo de las condiciones de salud oral y los problemas relacionados con la nutrición son importantes para mejorar la salud y la calidad de vida de las personas afectadas.
El Colegio Oficial de Dentistas de Tenerife dentro de la campaña Salud Oral y Nutrición informa a los pacientes, en sus consultas, de la relación entre nutrición y salud oral. Los más de treinta profesionales tinerfeños adheridos a esta iniciativa disponen de material informativo en sus clínicas, con consejos e información de interés para ayudarles en el asesoramiento nutricional a sus pacientes..
Una mala salud bucodental puede afectar a la ingesta dietética diaria, lo que en consecuencia degrada el estado nutricional
En el conjunto de España, más de 1.100 dentistas se han inscrito a esta iniciativa, que busca destacar el papel crucial de la alimentación la prevención de enfermedades bucodentales y en el mantenimiento de una buena salud oral. La colaboración desinteresada de los profesionales para transmitir los beneficios de una alimentación adecuada es fundamental y muestra el compromiso en la promoción de hábitos saludables de los dentistas.
La salud nutricional requiere la provisión adecuada de vitaminas, minerales, fibra, agua, carbohidratos, proteínas, grasas y otros micronutrientes a las células y órganos para sustentar la vida. Los dentistas continúan insistiendo en la fuerte asociación entre la nutrición y las condiciones de salud bucal por la cantidad de factores interrelacionados. Por ello recomiendan tomar 2 o 3 porciones de fruta al día, 2 o 3 raciones de verduras y hortalizas, usar aceites vegetales saludables, comer pan de cereales de grano entero, beber de 4 a 6 vasos de agua al día, tomar 2 o 3 porciones de lácteos y realizar un consumo variado de carnes magras, blancas y pescado.