Las bebidas carbonatadas y energéticas son populares en la población juvenil, sobre todo en estas fechas del año. Sin embargo, el Colegio de Dentistas de Santa Cruz de Tenerife advierte de los daños en la salud bucodental que puede ocasionar el abuso de este tipo de bebidas, debido a que son muy ácidas, lo que provoca erosión en el esmalte dental, aumento de la sensibilidad y mayor riesgo de caries. La debilidad que se genera en los dientes los hace también más propensos a fracturas.
Este tipo de productos suele poseer un alto contenido de cafeína y azúcar, con un PH en torno a 3. La desmineralización se produce cuando la acidez se sitúa por debajo de un PH de 5.5, cifra que se considera el límite para proteger a nuestros dientes.
Los expertos recomiendan evitar el contacto de estas bebidas con los dientes usando por ejemplo pajitas al beberlas y enjuagar la boca tras ingerirlas
Así, un abuso de estas bebidas hace que los jóvenes comprometan su salud oral presente y futura, ya que la erosión es irreversible y, además, disminuye la capacidad de remineralización natural de los dientes. La acidez puede también afectar a restauraciones, por ejemplo, realizadas con carillas de resina.
Uno de los primeros signos es un color más amarillo de los dientes, ya que se va desgastando el esmalte y se transparenta la dentina, mientras que el síntoma más habitual de esta erosión es la sensibilidad.
Ante esta situación, los dentistas aconsejan evitar la ingesta de estos productos, ya que para calmar la sed y obtener una buena hidratación no hay mejor bebida que el agua. En caso de ingerir estas bebidas energéticas y carbonatadas recomiendan hacerlo con una pajita y no beber a sorbos. Además es importante enjuagar la boca con agua después de la ingesta o masticar un chicle sin azúcar para generar saliva, que nos ayudará a bajar el nivel de acidez.