La intolerancia a la lactosa es fuente de muchos problemas gastrointestinales, pero esta patología también tiene un impacto negativo en la salud bucodental, pues la leche es el alimento con mayor cantidad de calcio (125 miligramos por cada 100 gramos). Este mineral esencial interfiere en la creación, desarrollo y mantenimiento de las piezas dentales.
Sin embargo, el Consejo General de Dentistas de España ha recordado que una deficiencia de calcio pone en riesgo la salud de los dientes y señala que las personas intolerantes a la lactosa deben “conseguir calcio por otras fuentes para mantener, entre otros, el buen estado de la dentición”. Entre los problemas relacionados, destacan la debilidad de las piezas dentales y una mayor vulnerabilidad a la aparición de caries y enfermedades periodontales.
Se debe prestar atención a niños de corta edad con intolerancia a la lactosa, ya que el calcio es clave para la formación de los dientes y la prevención de caries
Asimismo, la institución advierte de que los niños de corta edad con intolerancia a la lactosa deben recibir especial atención, puesto que este mineral es clave durante su crecimiento tanto para el desarrollo del organismo y de los huesos, como para la formación de su dentadura y la prevención de las caries. Asimismo, un déficit de calcio es el culpable del color amarillento en los dientes.