El asma, además de afectar a los pulmones, puede también tener consecuencias en la salud oral por el aumento de la probabilidad de desarrollar caries, enfermedad de las encías o incluso llagas en la boca. Además, para controlar los síntomas de esta afección respiratoria crónica, a menudo se recurre al uso de inhaladores que contienen glucocorticoides. Cuando estos se inhalan, pueden causar infecciones bucales por hongos, como la candidiasis.
Cuando un paciente tiene asma, es más probable que respire por la boca, en lugar de por la nariz, para obtener aire. En declaraciones a Dentalia, Salomé García, odontóloga y presidenta del Colegio Oficial de Dentistas de Castellón, afirma que "este hábito puede derivar en una disminución de la producción de saliva, a lo que contribuyen además algunos medicamentos prescritos contra el asma o el uso de los inhaladores. Todo ello revierte en una mayor sequedad bucal”.
Cuando los odontólogos realizan la historia clínica del paciente, y éste señala que padece asma, significa que el paciente va a tener condiciones orales especiales ante las que aumentar la supervisión y la frecuencia de las visitas al dentista. No hay que olvidar que la saliva es clave en la preservación de una buena salud oral, y especialmente en la prevención de la caries. La Dra. García destaca que “actúa como una barrera protectora natural contra las bacterias y otros microorganismos que pueden causar enfermedades orales, y neutraliza los ácidos”.
La reducción de la salivación y la mayor sequedad bucal en pacientes con asma hace que el pH de la boca cambie pudiendo producirse aftas
Esta reducción de la salivación y la mayor sequedad bucal en pacientes con asma hace que el pH de la boca cambie, se haga más ácido, y con ello pueden proliferar aftas por candidiasis en la boca y el paladar, que pueden ser dolorosas.
Los pacientes con asma, indica la odontóloga, tienen una mayor tendencia a la xerostomía, o síndrome de la boca seca, provocado por el hábito de respirar por la boca ante la obstrucción de las vías respiratorias nasales. “Además de esta molesta sensación, la disminución de saliva puede ocasionar problemas bucodentales de mayor envergadura como sensibilidad dental o halitosis, entre otros”, añade la experta.
Pero además también aumenta la posibilidad de sufrir caries. “Hay que tener en cuenta que uno de los objetivos de la saliva es neutralizar y eliminar las bacterias negativas para la boca. Cuando se produce este descenso salival, la acumulación de placa bacteriana y la formación de sarro aumenta”, explica la Dra. García. Incide en que en estos pacientes es fundamental reforzar las técnicas de higiene así como mantenerse bien hidratados.
“Es necesario higienizar muy bien la boca tras usar el inhalador”
Pero además de caries, los pacientes asmáticos también tienen una mayor predisposición a sufrir enfermedades periodontales. Y es que las encías pueden ser otras de las grandes perjudicadas por el asma. “Esto es debido a la proliferación de bacterias que acarrea la xerostomía que provoca que la tendencia a desarrollar una enfermedad periodontal o de las encías sea mayor. Los primeros síntomas que pueden alertar de esta patología son la inflamación, el enrojecimiento, el sangrado o la retracción gingival”, detalla la experta.
A todo esto, se une además el riesgo de aparición de úlceras bucales. El uso de inhaladores mejora la calidad de vida de estos pacientes, y atenúa la inflamación bronquial. Sin embargo, apunta a que es posible que a través de ellos, los medicamentos se queden en la boca o en la garganta, y si no se realiza una adecuada higiene después de su utilización, la probabilidad de sufrir una úlcera bucal con el paso del tiempo aumenta considerablemente. “De ahí la necesidad de higienizar muy bien la boca tras usar el inhalador”, afirma la Dra. García, algo que estos pacientes deberían tener automatizado y en caso de que no puedan lavarse los dientes tras el uso del inhalador, recomienda beber agua y realizar la limpieza lo antes posible.
Existen diversas maneras de mantener una correcta higiene oral, pero las más importantes para una persona asmática, la Dra. García enumera las siguientes:
- Buena rutina y técnica de cepillado: en general, mantener una correcta higiene oral, cepillando los dientes al menos tres veces al día y complementarlo con el uso de seda dental es algo que todos debemos hacer. Por lo que creemos conveniente incluirlo como uno de los primeros consejos y más importantes.
- Mantenerse hidratado: Mantener una hidratación adecuada tiene numerosos beneficios para la salud. El asma y los fármacos para paliar sus efectos en la salud del paciente pueden causar problemas de sequedad bucal, por lo que es importante beber el agua suficiente.
- Acudir a tus citas con el dentista: Cumplir con las revisiones dentales periódicas es algo esencial para detectar y tratar cualquier problema dental a tiempo.
- Informar a tu doctor: Si eres una persona asmática, informar a tu doctor de esta condición puede ser de mucha ayuda. De esta manera, el odontólogo tendrá en cuenta la manera en que respiras para darte un diagnóstico o a la hora de realizar cualquier tratamiento.
Los pacientes asmáticos requieren de un programa preventivo oral como parte de su cuidado interdisciplinario. Dado que se trata de un problema emergente, es fundamental que tanto médicos como odontólogos promocionen las revisiones dentales y las prácticas de higiene oral diaria y completa, incluyendo el cepillado bucodental al menos tres veces al día durante dos minutos, completándolo con el uso de cepillos interdentales o hilo dental, y un colutorio si así lo recomienda el dentista.