¿Cómo afecta el calor a la salud bucodental?

Con la subida de las temperaturas y el uso de aires acondicionados o ventiladores nuestros dientes sufren aumentando la sequedad dental y la posible aparición de bacterias en la boca

Mujer hidratandose en día de calor (Foto: Freepik)
Mujer hidratandose en día de calor (Foto: Freepik)
10 julio 2023 | 12:45 h

Durante los meses de verano son varios los factores que pueden afectar negativamente a nuestra salud bucodental. Uno de ellos, el uso que realizamos de aires acondicionados o ventiladores que resecan las mucosas orales. Esa sequedad en lengua y mucosa afecta a nuestros dientes haciendo que las bacterias proliferen en nuestra cavidad bucal. 

La deshidratación por las altas temperaturas que sufrimos en verano también afectan por tanto a nuestra salud bucodental por lo que es importante hidratarse continuamente tomando abundante agua

En verano, el aumento de las temperaturas y el descenso de la humedad relativa del ambiente afecta a nuestra boca

En lo que atañe a los dientes, la disminución de saliva, que es la protección natural que tiene nuestro organismo para mantener el equilibro del pH de nuestra boca, provoca que los azúcares no se diluyan y disminuya el pH de la cavidad bucal. El pH idóneo para nuestra boca es ligeramente alcalino y se sitúa en torno a 7,4 mientras que un pH ácido provoca que el esmalte de nuestros dientes se desmineralice y se debilite favoreciendo la aparición de enfermedades como la caries, la acumulación de cálculo supragingival y patologías como la periodontitis.

Al igual que cuando realizamos deporte, la falta de saliva o el síndrome de boca seca provoca problemas en la masticación, la deglución, la fonación y la respiración y, cuando la boca genera menos saliva, se hace más propensa a la infección e inflamación.

La saliva que ayuda a proteger nuestros dientes y mucosas está compuesta en su gran mayoría por agua

Diariamente, nuestra boca genera entre un litro y un litro y medio de saliva para humedecer nuestra boca y está compuesta en un 99 % de agua y un 1 % de iones, enzimas y otras sustancias. En verano nuestro cuerpo pierde aproximadamente un litro más de líquido que en invierno por lo que fundamental mantener nuestro organismo hidratado. 

Los expertos recomiendan hidratarse con bebidas sin azúcar. Si consumimos frutas, las ideales para evitar altas exposiciones a la fructosa son la sandía o el melón, ya que su contenido en azúcares es más bajo y su alto contenido en agua. El Dr. Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas recuerda que “para combatir la sed, lo más recomendable es beber agua, a ser posible, dos litros al día, además de tomar alimentos como verduras y frutas, que ayudarán a mantener la hidratación corporal. Si el organismo está bien hidratado, la calidad de la saliva será la adecuada para proteger los dientes”.

No debemos olvidarnos de mantener una buena higiene bucodental en una época en la que nuestros dientes se pueden ver más expuestos abacterias. Al estar más tiempo fuera de casa es posible que no podamos limpiar nuestros dientes después de cada comida y podemos recurrir a chicles con xilitol con mayor frecuencia que el resto del año para sustituir el cepillado. Pero Castro apunta “los chicles deben considerarse como una opción ‘de emergencia’ y que en ningún caso sustituyen al cepillado. Para evitar la caries y otras patologías orales, lo adecuado es cepillarse los dientes con pasta fluorada durante, al menos, dos minutos, después de cada comida y terminar con seda dental o cepillo interdental”.

Los expertos también recuerdan que los labios pueden sufrir daños en verano por los efectos del sol y que al igual que protegemos con crema solar nuestro cuerpo también debemos usar protección solar en los labios para evitar quemaduras.
 

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