El uso de carillas dentales se ha popularizado en los últimos años. Diferentes encuestas muestran una mayor preocupación por la estética así como un aumento de la demanda de estos tratamientos entre los hombres cada vez más preocupados por su estética bucodental. Las carillas son un tratamiento para mejorar la apariencia de los dientes, a través de la colocación de unas láminas de porcelana o composite en la cara frontal de los dientes, mejorando su aspecto estético tanto en el color como en la forma de los dientes. Además estas carillas pueden ocupar espacios que se forman con el deterioro de las encías.
La Dra. Eugenia Cervantes, Odontóloga y experta en estética dental, afirma a Dentalia que “después de la pandemia, en los últimos dos o tres últimos años, el uso de carillas dentales ha sufrido un ‘boom’ porque la gente se quiere cuidar un poco más y valora más la estética dental”. Además cada vez son más los varones que acceden a realizarse este tipo de procedimientos. “Generalmente el 80% de las personas que demandaban este tratamiento eran mujeres pero esto ha cambiado últimamente y cada vez es más demandado por hombres. Actualmente 4 de cada 10 personas que se ponen carillas son hombres”.
Antes de la colocación de carillas es importante un estudio personal para realizar el diseño de la sonrisa del paciente
La doctora, especialista en diseño de sonrisas, nos explica que “antes de la colocación de las carillas se hace un diseño por ordenador para poder ver y valorar la estética y seguir los perfiles adecuados para cada uno de nuestros pacientes, ya que el tratamiento tiene que ser personalizado”.
Los avances en el mundo de la odontología obligan a los profesionales a actualizarse continuamente ya que el mercado cada vez ofrece más soluciones, también en estética dental. La Dra. Cervantes explica que “actualmente disponemos de dos opciones de carillas dentales: de porcelana o composite. En pacientes que ha sufrido una tinción dental por tetraciclinas, por el uso de antibióticos que afectó a una generación, y en los cuales el color del diente es un negro grisáceo, nosotros recomendamos las carillas de porcelana ya que en esos casos el composite no da el resultado que se le exige. Pero en cuestión de calidad y resultado ambos materiales no varían mucho”.
Una buena alineación dental y oclusión evita el desgaste de las carillas y aumenta su duración
La tecnología, al igual que ayuda a que las cirugías sean menos invasivas, también permite ver el resultado de determinados tratamientos antes de someternos a ellos. “Previa a la colocación de las carillas, nosotros realizamos una entrevista minuciosa a cada uno de los pacientes para poder saber las expectativas y también poder valorar la fisonomía de de cada uno de pacientes: en función de fotos, videos que realizamos con palabras o frases que suelan usar y observando la personalidad del paciente, hacemos un diseño personalizado”, apunta la doctora.
Antes de la colocación de las carillas, explica la experta, es fundamental tener una buena alineación dental y una buena oclusión para evitar el desgaste y que el tratamiento tenga una duración prolongada en el tiempo. “Muchos pacientes se colocan carillas tras un proceso de ortodoncia previo. Y por supuesto antes de realizar estos tratamientos debemos asegurarnos de que el paciente tiene una salud bucodental y si es necesario hacemos limpiezas, empastes o implantes”, puntualiza la Dra Cervantes.“El número de carillas que colocamos viene marcado por la comisura de los labios y los dientes que se ven en cada paciente. Por lo general suelen ser 8 ó 10 carillas en la parte de arriba y otras tantas en la parte inferior”, añade.
“La vida media de las carillas suele ser de entre 10 y 20 años”
El composite está compuesto por una resina compuesta que se coloca sobre el diente del paciente y se modela capa a capa hasta conseguir la forma deseada de cada diente. “El profesional debe elegir el composite adecuado, por sus propiedades, para cada persona ya que este es distinto para pacientes que tienen bruxismo o personas que simplemente tienen una finalidad estética”. Con una buena higiene dental, apunta la doctora, y “con la evolución que ha sufrido este material últimamente, la duración de las carillas de composite, puede ser de entre 10 y 20 años; y en el caso de la porcelana también nos movemos entre 15 ó 20 años”.
La doctora explica que la higiene es fundamental para el buen mantenimiento de las carrillas, lo que supone “mantener la limpieza habitual de los dientes tres o cuatro veces al día, uso de hilo dental, irrigador, enjuagues… En el caso de las de composite es recomendable, realizar una visita al odontólogo cada seis meses para mantenerlas en perfecto estado y mantener su brillo; y en el caso de las de porcelana puede ser cada ocho meses o una vez al año”, explica la Dra. Cervantes.
“Un truco para valorar el color de los dientes es compararlo con el color del fondo del ojo”
La elección del color, señala la odontóloga, es una decisión personal de la persona “pero ahora, gracias a la tecnología, el paciente puede ver el antes y el después, previamente al inicio del tratamiento y también realizamos pruebas directamente en la boca. Debemos también tener en cuenta que tanto en el composite como la porcelana no es un color monocromo. Porque nuestros dientes tienen diferentes tonalidades según la zona en la que se encuentren: por ejemplo, los dientes que están más pegados a la encía tienen una mayor saturación y conforme baja hacia el borde incisal, se va manteniendo esta translucidez que hace al diente más bonito y natural. Con la técnica que usamos nosotros de colocación, la estratificación, intentamos mantener y trabajar con diferentes tipos de composite para poder darle más naturalidad al diente. Y en la porcelana, es igual, solo que la producción se debe realizar en un laboratorio y eso cambia los tiempos de colocación”, explica.
La experta en estética dental desvela uno de los trucos que pueden ayudarnos a elegir el color para nuestros dientes así como determinar si necesitamos o no un blanquamiento dental: “Debemos compararlo con el color de nuestros ojos: si notas que los dientes tienen un color más amarillo que el fondo del ojo, se necesitaría un blanqueamiento. Este truco sirve porque el fondo del ojo es blanco pero tiene muchas tonalidades en función de la raza o de otros aspectos y es el color que nos puede servir como referencia para valorar el color de nuestros dientes”.