Las condiciones en las que se encuentran en algunas ocasiones los huesos destinados para la colocación de implantes no cumple con las condiciones óptimas, lo cual supone un auténtico desafío para los profesionales dedicados a la implantología dental. Las dimensiones inadecuadas, tanto en anchura como en altura, plantean obstáculos significativos en la búsqueda de resultados exitosos.
La detección temprana de huesos incompatibles se ha vuelto esencial, impulsando a los profesionales a explorar nuevas estrategias y soluciones para superar las restricciones anatómicas. El doctor Manuel Chamorro, jefe de servicio de Cirugía Maxilofacial de Olympia Quirónsalud, explica que cuando una zona del maxilar o de la mandíbula pierde los dientes, el hueso donde éstos estaban alojados, experimenta un proceso de atrofia progresiva. “Primero comienza un adelgazamiento de la zona y posteriormente una pérdida de altura del reborde óseo. Este proceso de atrofia se debe a que las fuerzas masticatorias han dejado de producirse en la zona que ha perdido los dientes. Llega un momento en que este hueso es tan fino y está tan bajo, que no puede admitir un implante dental”, reconoce el Dr. Chamorro.
La existencia de flemones, fístulas y enfermedad peridontal ocasionan pérdidas progresivas del hueso
Otra causa de pérdida de hueso son los problemas inflamatorios que han sufrido los dientes a lo largo de su vida. En este sentido, la existencia de flemones, fístulas y enfermedad peridontal ocasionan pérdidas progresivas del hueso. “Los dientes comenzarán a moverse cada vez más por la pérdida de hueso que está ocurriendo a su alrededor. Al final del proceso la cantidad de hueso que va a quedar disponible, será muy escasa”, reconoce el doctor. Por este motivo, cuando el diente presenta una movilidad importante, “puede ser más sensato extraerlo y sustituirlo por un implante, que dilatar el proceso en el tiempo, ya que esto conllevará una pérdida de hueso mayor”, recomienda el doctor Chamorro.
El cirujano maxilofacial indica que una causa de pérdida de hueso son algunos implantes que han dado problemas a lo largo del tiempo. “En ocasiones vemos implantes colocados tiempo atrás, que con el paso de los años han producido algún problema inflamatorio y se acaban perdiendo, ocasionando, generalmente, importantes defectos de hueso”, explica.
En estos casos, se están implementando técnicas de aumento de hueso mediante injertos óseos y/o regeneración ósea, donde se estimula el crecimiento y la fortaleza del hueso mediante procedimientos avanzados. Como sentencia el Dr. Chamorro, los avances en materiales y tecnologías juegan un papel crucial, permitiendo adaptar los implantes a las condiciones específicas de cada paciente”.