El contacto de determinadas sustancias o agentes con la mucosa oral pueden generar diferentes reacciones llegando a causar efectos dañinos para la mucosa. Es el caso por ejemplo de las amalgamas dentales con mercurio, material que la Unión Europea ha prohibido desde el 1 de enero de 2025.
La reacción liquenoides o lesiones liquenoides orales son definidas como una enfermedad totalmente distinta al liquen plano oral, cuyo origen está relacionado con el contacto de la mucosa oral con ciertos materiales o sustancias que pueden causar una reacción de hipersensibilidad tipo IV o retardada. Así lo explica, en declaraciones a Dentalia, el Dr. Jorge Guzmán-Russo, Odontólogo y Especialista en Medicina Oral, quien apunta que “esta alergia puede desarrollarse días, meses o incluso años después desde el primer contacto de dicha sustancia o agente causal con la mucosa oral”.
En el caso de la amalgama dental, apunta el experto, puede generar efectos tóxico-corrosivo, en la mucosa oral, asociados a su contenido en mercurio, fracturas de la restauración, edad, u otros factores ambientales que generan esta respuesta inmune de hipersensibilidad dando origen a estas lesiones.
“Se puede presentar de manera intermitente síntomas como dolor, ardor, picor en las zonas afectadas sobre todo cuando ingieren alimentos muy picantes, ácidos o calientes.
Las manifestaciones de la reacción liquenoide oral pueden ser variadas. “Los pacientes pueden presentar de manera intermitente síntomas como dolor, ardor, picor en las zonas afectadas sobre todo cuando ingieren alimentos muy picantes, ácidos o calientes. Clínicamente se puede observar la aparición de úlceras, erosiones y placas blancas de forma estriadas o no, o presencia de placas rojas irradiadas con placas blancas como signos de la enfermedad”, detalla el Dr. Guzmán-Russo.
Para determinar la causa de las lesiones, según el especialista, es importante tener una buena historia clínica que “ayudará a saber el tiempo de aparición de los signos y síntomas y un buen examen clínico intraoral de manera minuciosa. Debe estar realizada por un experto en el área en Medicina Oral o Bucal, y así podremos observar las lesiones y su estrecha relación y cercanía con el material o agente causal como las restauraciones u obturaciones con material de amalgama. Por otro lado, cuando existen dudas clínicas la biopsia de la zona afectada será el gold standard para realizar el diagnóstico preciso de esta lesión”, puntualiza.
Aunque la amalgama dental gozó durante mucho tiempo como material de restauración dental de elección por su durabilidad y resistencia, en la actualidad esto a disminuido considerablemente asociado a la demanda de restauraciones más estéticas, toxicidad del mercurio, cuidado del medio ambiente y aparición de las lesiones liquenoides orales como principal problema de salud.
“Se estima que las reacciones liquenoides oralesocupa 0,5% al 2,6% de las lesiones orales, sin embargo su prevalencia es bastante variedad según la población, por ejemplo en un estudio piloto realizado por Lartigueti M y cols, en la Universidad del País Vasco observaron que de 100 pacientes que presentaban como mínimo 1 restauración de material tipo amalgama, por lo menos 7 desarrollaron una lesión liquenoide oral. Por otro lado, un estudio realizado en Munbai (India) por Gupta P y cols, en el 2022 reveló que de 2.000 pacientes que presentaban por lo menos 1 restauración con amalgama solo 3 llegaron a desarrollar reacciones liquenoides en cavidad oral. Ambos estudios llegaron a la conclusión que aunque la presencia de lesiones liquenoides en pacientes con restauraciones de amalgamas es infrecuente, se sugiere que esta es una entidad subestimada, y hacen falta mayor cantidad de estudios en la población para su diagnóstico.
“El tratamiento ideal es la eliminación de la restauración tipo amalgama cercanas a la lesión ya que el 92% de estas lesiones mejoran al eliminar el factor causal”
Una vez que se comprueba el diagnóstico y se reconoce que el agente causal es la restauración tipo amalgama, apunta el experto, “es mandatorio y obligatorio la eliminación y remoción de la misma, pues ya que sino se elimina como factor causal no existirá la resolución completa de la lesión”. El Dr. Guzmán-Russo explica que existen diversos protocolos para la eliminación de las restauraciones tipo amalgama de manera segura y suelen ser bastante sencillos por lo que el profesional selecciona el más cómodo y adaptado a las necesidades del paciente, según el caso.
“Aunque la eliminación de las amalgamas es un tema controvertido por su calidad y durabilidad, es recomendable la eliminación de las mismas cuando se encuentran asociadas a reacciones liquenoides o cualquier otra patología que afecte a la cavidad oral”, apunta el odontólogo que señala que en la actualidad existen materiales con mayor biocompatibilidad, en la práctica odontológica actual, donde “el uso de amalgama está quedando atrás cada vez más”.
El especialista señala que diversos estudios favorecen la eliminación de las amalgamas de manera temprana antes de la aparición de alguna patología o fractura de la misma, a su vez se toma en cuenta el criterio clínico con revisiones esporádicas cada 6 meses y se toma en cuenta las expectativas del paciente. “En la prevención está la clave”, destaca.
“La OMS considera a la reacción liquenoide como un Desorden Potencialmente Maligno y tiene un riesgo cuestionable a transformarse en cáncer oral”
“El tratamiento ideal es la eliminación de la restauración o restauraciones tipo amalgama cercanas a la lesión y observación de la mejoría de la zona ya que el 92% de estas lesiones mejoran al eliminar el factor causal, también se pueden mejorar los síntomas con el uso de algunos corticosteroides tópicos, analgésicos tópicos”, explica el Dr. Guzmán-Russo. “Como consecuencia a corto periodo y también a largo plazo es la persistencia de esta lesiones y aquí entramos en un punto importante ya que la OMS (Organización Mundial de la Salud) considera a la reacción liquenoide como un Desorden Potencialmente Maligno por tener la capacidad de generar cambios arquitectónicos y celulares en la zona afectada”, añade.
Esto significa que esta lesión tiene un riesgo cuestionable a transformarse en cáncer oral, y en comparación a su homólogo que es el liquen plano oral, “las reacciones liquenoides tienen un riesgo mucho más alto 2,43% en comparación al liquen que es de 1,43% aproximadamente. Esto no quiere decir que todas estas lesiones van a malignizar, solo que tienen un riesgo mayor en comparación a otras”, explica Guzmán-Russo.
El liquen plano oral y las reacciones liquenoides son patologías que se superponen entre sí lo cual dificulta el diagnóstico tanto clínico como histopatológico entre ellas, por eso el odontólogo y el personal de salud debe estar alerta antes los cambios que se puedan presentar en la mucosa oral. “Una de las características clínicas y tips diagnóstico en que la reacción liquenoide se presentará cercana o subyacente a la restauración tipo amalgama y de forma unilateral en la mucosa afectada, mientras el liquen plano oral se presenta de manera bilateral en la mucosa oral”, señala Guzmán-Russo que concluye: “Cabe destacar que la reacción liquenoide oral no solo se encuentra relacionada al material tipo amalgama como detonante de la misma otros metales usados en aparatología removible, acrílicos de prótesis, puente fijos, implantes dentales, o algunos medicamentos pueden causar estas reacciones”, concluye .