Coincidiendo con el Día Mundial de la Fibrosis Quística, que se celebra cada 8 de septiembre, los dentistas recuerdan que los afectados por esta patología también pueden ver afectada su salud bucodental por lo que los expertos recomiendan extremar los cuidados de la salud oral, ya que estos pacientes sufren temporadas con bajas defensas y la boca es la entrada al cuerpo de cualquier bacteria lo que podría empeorar la condición de salud general.
La fibrosis quística es un trastorno heredado que causa daños graves en los pulmones, el sistema digestivo y otros órganos del cuerpo. Esta enfermedad afecta a las células que producen moco, sudor y jugos digestivos. Estos líquidos secretados son normalmente ligeros y resbaladizos. Pero en las personas con fibrosis quística, un gen defectuoso hace que las secreciones se vuelvan pegajosas y espesas. En lugar de actuar como lubricantes, las secreciones tapan los tubos, conductos y pasajes, especialmente en los pulmones y el páncreas. Al igual que en el resto de glándulas, las salivales también se ven afectadas por esta enfermedad, generando una saliva más espesa o, incluso, disminuyendo su cantidad.
La mayor acumulación de sarro puede dar lugar a caries, halitosis, inflamación de encías o periodontitis
Una de las afectaciones bucodentales de los pacientes con Fibrosis Quistica es la xerostomía o síndrome de boca seca, un desorden complejo que se caracteriza por la disminución de la producción de saliva, lo que provoca una sensación permanente de boca seca y, a veces, de quemazón.
Los pacientes con Fibrosis Quistica, alertan los dentistas, también tienen una mayor facilidad de acumulación de sarro. El sarro es la mineralización de la placa dental. El sarro es el hábitat perfecto para muchas bacterias que provocan multitud de enfermedades de la boca y, por lo tanto, es mucho más nocivo que la placa. Entre las principales consecuencias que puede producir está la gingivitis, halitosis o caries.
Uno de los principales problemas que origina el sarro es la enfermedad periodontal. El sarro que se acumula en los dientes, según explica el Consejo de Dentistas, va progresando y llega a la encía, introduciéndose por debajo y provocando una irritación e inflamación gingival con sangrado que si no se trata adecuadamente, puede progresar a una enfermedad periodontal que afecta al hueso de soporte del diente provocando periodontitis.
Los dentistas recuerdan que se ha comprobado que la acumulación de sarro guarda relación con algunas enfermedades sistémicas como, por ejemplo, patologías cardiovasculares.