España es uno de los países más envejecidos del mundo. Y no se espera que esta circunstancia cambie a corto y medio plazo Actualmente hay más de nueve millones de personas con más de 65 años en nuestro país, de los cuales tres millones tienen más de 80 años. Muchos de ellos padecen enfermedades que inciden negativamente en su vida diaria como la artrosis.
Josep Vergés, presidente de OAFI, recuerda en una entrevista en ConSalud TV, que la artrosis es una enfermedad, “no una fisiología del envejecimiento”. El doctor asegura que en España se han hecho avances muy importantes en los últimos años y afirma que entre Gobierno central y Comunidades Autónomas se gastan 5.000 millones de euros al año. Un esfuerzo que ve “insuficiente” porque la mitad de los pacientes con artrosis “no se sienten bien tratados y no conocen bien su enfermedad”.
La patología afecta por regla general a un paciente de edad avanzada (80% hasta los 80 años) y que sufren especialmente las mujeres. El doctor Vergés sitúa la media en 55 años, pero avanza que cada vez afecta a gente más joven, “sobre todo a mujeres en etapas muy tempranas de incluso 20-25 años”.
Los expertos advierten de que la artrosis suele venir acompañada de otras patologías y, por tanto, esto supone un aspecto a tener en cuenta a la hora de tratar a los pacientes. La patología más importante asociada a la artrosis son las cardiovasculares como la hipertensión (la sufren entre un 60 y 70% de los pacientes con artrosis) los infartos o los ictus. “También el insomnio, un 40% no puede dormir porque le duele la rodilla”, apunta Vergés.
Los Sysadoas reducen el dolor, mejoran la capacidad funcional y son fármacos seguros al 100%
Con esta descripción de la artrosis asociada a otras comorbilidades parece imprescindible elegir bien el tratamiento. “El uso de condroitín sulfato en monoterapia o en combinación con glucosamina son fármacos que pueden ayudar muchísimo a los pacientes con artrosis”, explica el presidente de OAFI que asegura que han demostrado ser muy eficaces tanto para rodillas como manos y las comorbilidades antes citadas.
Josep Vergés asegura que estos medicamentos, dentro de los Sysadoas, tienen mucha evidencia científica: “Reducen el dolor, mejoran la capacidad funcional y son seguros al 100%”. Además de todo esto tanto el Condrotín Sulfato y la Glucosamina reducen los efectos adversos que suele conllevar los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs): “Los AINEs suelen tener efectos secundarios en gente polimedicada y pacientes crónicos, y suelen generar problemas renales, gástricos y aumentan el riesgo de ictus e infartos”, explica Vergés.
Se estima que tan sólo en Estados Unidos mueren al año 16.000 personas por el uso de estos antiinflamatorios no esteroideos. Una estimación que trasladada a España nos daría la cifra de en torno a "1.500 o 2.000 fallecidos". En los últimos estudios realizados sobre el uso de condrotín sulfato y glucosamina se ha observado un beneficio adicional con una reducción del riesgo de sufrir estos eventos alrededor del un 40%. "Son principios activos con un efecto sinérgico tanto en la reducción del dolor y mejora de la función articular en la artrosis, como en sus beneficios adicionales en la protección cardiovascular que aportan en un paciente con artrosis y riesgo moderado alto cardiovascular", apunta Vergés.
Por último, el presidente de OAFI, cree de cara al futuro el paciente tiene que estar más "implicado" en la enfermedad y debe estar mejor informado."Es una asignatura pendiente". Por otro lado pide que el diagnóstico se realice lo antes posible puesto que ahora en "algunos casos se tarda hasta tres años".