La formación en Salud Digital, clave para una mejor atención, más humanizada y sostenible

Los retos en salud digital y la importancia de la formación en este ámbito protagonizan un nuevo coloquio en ConSalud TV de la mano de Aida Suárez, decana de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la UAX y de los profesores Javier Arcos y Aránzazu Junquera

De izq. a dcha.: Aránzazu Junquera, Javier Arcos, Aida Suárez y Marta Gómez
4 noviembre 2024 | 11:00 h
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La salud digital se ha convertido en una pieza esencial en la transformación de la Medicina. Para hablar sobre sus retos, beneficos y situación actual, ConSalud TV ha reunido en su plató a tres destacados expertos que, a través de un coloquio, han aportado su visión: Aida Suárez, decana de la Facultad de Ciencias Biomédicas y de la Salud de la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX); Javier Arcos, gerente del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y profesor de Salud Digital en la UAX; y Aránzazu Junquera, profesora de Psicología y adjunta a la dirección del Máster en Psicología General Sanitaria de la UAX.

Durante su intervención la decana Aida Suárez ha subrayado la importancia de incorporar la salud digital en la formación de los futuros profesionales sanitarios: “Nosotros en la UAX tenemos un compromiso con los estudiantes, que es conseguir que se formen no solo en los conocimientos y capacidades necesarios hoy, sino en aquellos que se necesitarán progresivamente en el futuro”, afirma Suárez. Desde hace tres años, su universidad ha incluido esta asignatura en el Grado de Medicina, siendo pionera en integrar formación en salud digital en el currículo. “El grado de satisfacción de los alumnos es muy significativo. Entienden y agradecen recibir una formación específica que ven como un factor diferencial para su empleabilidad y para afrontar los retos tecnológicos en el ámbito de la salud”, destaca.

Desde hace tres años, la UAX ha incluido esta asignatura en el Grado de Medicina, siendo pionera en integrar formación en salud digital en el currículo

Javier Arcos, por su parte, ha destacado la relevancia de la digitalización en la práctica médica y cómo puede mejorar la eficiencia del sistema sanitario. "Desde la Fundación Jiménez Díaz, vemos la salud digital como una herramienta transformadora, aunque preferimos hablar de salud y digital. Estas herramientas deben ser una palanca de cambio y de implementación de estrategia”, afirma Arcos. También señala la importancia de analizar los procesos para aumentar el valor de la atención a los pacientes y hacer el sistema más sostenible. Sin embargo, reconoce que el sector sanitario todavía enfrenta barreras para la adopción de estas prácticas innovadoras. “La pandemia fue un punto de inflexión. Nos ayudó a entender que se pueden hacer muchas cosas mediante soluciones tecnológicas, aunque hay un impacto generacional: las generaciones más jóvenes, al estar más familiarizadas con la tecnología, adoptan estas herramientas con mayor facilidad”, añade.

Aránzazu Junquera, desde una pespectiva de la salud mental, ha resaltado la importancia de no perder de vista el aspecto humano en la atención sanitaria, incluso en un contexto cada vez más digitalizado. "La parte humana es muy importante, especialmente en el acompañamiento de ciertas patologías, aunque las herramientas digitales están para complementar y apoyar ese proceso", indica. A su vez, subraya la necesidad de que los futuros profesionales sanitarios adquieran habilidades en el uso de herramientas tecnológicas, cada vez más presentes en el ámbito de la salud. “El futuro alumno también tiene que dominar esas nuevas herramientas que entran en el mercado, ya que serán fundamentales para su práctica profesional”, apunta.

HERRAMIENTAS DIGITALES EN SALUD: BENEFICIOS Y RETOS EN LA ATENCIÓN INTEGRAL

Bajo un concepto integral de la salud, los tres expertos han analizado las principales herramientas digitales y los beneficios y retos en la atención integral de los pacientes. Y es que el uso de herramientas digitales en salud ha revolucionado el panorama sanitario, permitiendo optimizar tanto la atención a los pacientes como la eficiencia del sistema. 

En este sentido, Suárez ha enfatizado el papel de la telemedicina y las aplicaciones móviles como herramientas clave para mejorar la comunicación entre el paciente y el profesional sanitario. Estas tecnologías ofrecen a los pacientes mayor autonomía en el control de sus síntomas y medicación. “Estas herramientas ayudan a los profesionales a hacer diagnósticos más precoces y precisos, sin reemplazarlos, pero facilitando un proceso más eficiente. Además, las herramientas administrativas automatizadas permiten que los profesionales se centren en las tareas más cercanas al paciente, liberándolos de cargas administrativas”, señala Suárez, quien subraya el valor de estas tecnologías en la reducción del tiempo que el personal sanitario dedica a tareas burocráticas.

Por su parte, Arcos expuso cómo el Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz utiliza una gran variedad de herramientas digitales que, en su opinión, impactan positivamente en cuatro dimensiones clave: la mejora de la salud de los pacientes, la sostenibilidad del sistema, la experiencia de los pacientes y la de los profesionales. Uno de los ejemplos más tradicionales es la telemedicina, que ha mejorado notablemente la experiencia de los pacientes, permitiéndoles evitar desplazamientos innecesarios al hospital. “Las herramientas de telemedicina, tanto sincrónicas como asincrónicas, han permitido que pacientes, especialmente los de mayor edad o con problemas crónicos, reciban atención sin necesidad de acudir al hospital. Esto ha mejorado significativamente la experiencia del paciente”, explica Arcos.

Los tres expertos coinciden en que las herramientas digitales en salud están mejorando tanto la experiencia de los pacientes como la eficiencia del sistema

El experto también se ha referido a cómo la automatización y estandarización, derivadas de la historia clínica electrónica, han ayudado a reducir la variabilidad en la práctica clínica, optimizando los recursos del sistema. Así, ha destacado el 'proyecto Argos', que combina inteligencia artificial y big data para prevenir infecciones postquirúrgicas. “Este sistema ha cuadruplicado el número de cirugías monitorizadas en tiempo real y ha permitido reducir la tasa de infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria de un 7% a menos del 3%, lo cual tiene un impacto económico y sanitario enorme”, apunta Arcos.

Aránzazu Junquera, desde la perspectiva de la psicología, ha destacado cómo las herramientas digitales pueden mejorar la interacción entre el terapeuta y el paciente. “En psicología, contamos con aplicaciones que nos ayudan a registrar la información de la consulta en tiempo real sin perder el contacto visual tan necesario con el paciente”, explica. Además, la tecnología de realidad virtual ha abierto nuevas posibilidades en el tratamiento de fobias, permitiendo recrear situaciones específicas para una exposición gradual. “Si un paciente tiene miedo a volar en días de lluvia, puedo recrear exactamente ese entorno sin necesidad de esperar a las condiciones meteorológicas adecuadas, lo que además reduce los costos y el tiempo”, añade.

HUMANIZACIÓN EN LA ERA DIGITAL

El papel de la humanización en la era digital ha sido otro de los aspectos abordados en el coloquio. Los tres expertos coinciden en que más que estar reñidas, van de la mano. En conjunto, han destacado cómo la tecnología puede actuar como una extensión de la empatía y la atención humana, promoviendo una atención más cercana y cálida para los pacientes. La clave, coinciden, es mantener al paciente en el centro de todas las innovaciones, asegurando que las herramientas digitales actúen como un puente que acerque más a profesionales y pacientes, sin perder el toque humano que sigue siendo el corazón de la medicina.

Respecto a los desafíos en la implementación de la salud digital, Javier Arcos señala como uno de los principales obstáculos la necesidad de acelerar esta transición en un ámbito que tradicionalmente ha mostrado resistencia al cambio. Arcos manifiesta que, como sector, la sanidad se basa en la evidencia científica para incorporar nuevas prácticas, y la falta de formación específica en herramientas digitales, análisis de datos e inteligencia artificial ha contribuido a esta reticencia.

Arcos señala como uno de los principales obstáculos en la implementación de la salud digital en la práctica clínica la necesidad de acelerar la transición en un ámbito que tradicionalmente ha mostrado resistencia al cambio

Para Arcos, sin embargo, la situación está cambiando. Publicaciones de referencia en medicina, como New England Journal of Medicine y The Lancet, ya cuentan con secciones dedicadas a salud digital y gestión organizativa. Esto pone de manifiesto la creciente evidencia que respalda los beneficios de las herramientas digitales para mejorar los resultados de los pacientes, la sostenibilidad del sistema y la experiencia de los profesionales de la salud.

Otro desafío crucial es la formación de los futuros profesionales, donde Arcos ha resaltado el papel de la UAX, pionera en incorporarlo. Este tipo de formación es esencial para que los profesionales puedan adaptarse y dominar estas nuevas herramientas desde el inicio de su carrera. Según Arcos, se trata también de un compromiso ético, ya que si la evidencia muestra que la digitalización puede mejorar el sistema de salud, el debate sobre su implementación debería llegar a su fin. La clave, concluye, está en implementar esta transición con celeridad y preparación adecuada, impulsando un cambio que beneficie tanto a los pacientes como a los profesionales.

Por último los expertos expusieron su visión sobre el futuro de la salud y el papel que tiene la formación para no quedarse obsoleto. En este sentido, la decana de la UAX señala que "si los profesionales no están preparados para adoptar y utilizar las nuevas herramientas digitales, es absolutamente imposible que agilicemos ese proceso que tanto estamos demandando todos. La formación no solo debe comenzar en el grado, sino que también es fundamental ofrecer cursos de posgrado y complementarios para que los profesionales en ejercicio puedan adaptarse a las innovaciones".

Arcos añade por su parte que la formación no solo debe centrarse en las habilidades técnicas. "Es vital despertar la curiosidad y la mente abierta en los sectores clínicos hacia lo que puede llegar. Los ciclos de innovación son cada vez más rápidos y lo que estudiamos hoy puede estar obsoleto en pocos años. Además, debemos integrar conocimientos de otras disciplinas que pueden enriquecer nuestra labor", indica. Y Aránzazu Junquera coincide en la necesidad de estar en constante actualización: "Si nos dedicamos a la ciencia, la ciencia avanza, haya o no tecnología. La formación nunca se detiene y debemos ser conscientes de que el aprendizaje es un proceso continuo. A medida que la salud digital evoluciona, debemos adaptarnos y humanizar este proceso para que beneficie a los pacientes".

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.