Las menorragias, el término por el que se conoce a los sangrados uterinos anormales, son un problema real y frecuente entre las mujeres en edad reproductiva. Tanto es así que suponen un tercio de las consultas en la atención médica especializada, tal y como explica para ConSaludTV, en colaboración con Hologic, la doctora Sonia Martínez, ginecóloga del Hospital Universitario de Torrecárdenas de Almería, responsable de la Unidad de Histeroscopia y Cirugía Uterina.
El abordaje de este problema resulta crucial para mejorar la calidad de vida de las pacientes y, más allá de los tratamientos hormonales o de los procedimientos quirúrgicos, algunos de ellos invasivos y que requieren de la extirpación de un órgano (como el útero en el caso de la histerectomía), deben darse a conocer otras alternativas ya existentes y que ofrecen muy buenos resultados.
En palabras de la doctora, “las mujeres queremos que nos solucionen el problema del sangrado menstrual abundante con opciones en las que tengamos pocos efectos secundarios” y con “tratamientos poco invasivos”. Por todo ello, pone en conocimiento del espectador de ConSaludTVel procedimiento de la ablación endometrial, una técnica que se aplica desde la década de los 90 en los países occidentalizados y que es muy sencilla: “Se realiza en el día” y “la paciente se va a marchar a su casa por su propio pie”, indica la ginecóloga.
En concreto, este procedimiento consiste en la introducción de un dispositivo dentro del útero. Después, “se abre una malla que hay dentro, que va a contactar con la membrana endometrial. Ahí vamos a aplicar una energía, que se llama radiofrecuencia, que produce calor y quema esa membrana hasta su destrucción, hasta la zona basal”, explica la Dra. Martínez. El procedimiento no dura más de dos minutos, se ejecuta bajo sedación o anestesia local y no genera demasiados efectos secundarios en la paciente, que simplemente tendrá que esperar en la sala de recuperación en torno a un cuarto de hora o media hora. Después, podrá irse por su propio pie a casa y “en dos o tres días, podrá recuperar su actividad normal”.
El objetivo de la ablación endometrial es “destruir el endometrio, que es la capa que reviste el interior del útero, hasta la capa basal, es decir, hasta las primeras células que van produciendo el endometrio”. La Dra. Martínez explica que el endometrio es el encargado de producir el sangrado menstrual en los ciclos de la mujer: cuando crece y alcanza un grosor determinado, se descama y ocurre el sangrado, que es lo que se conoce por menstruación. “Con la ablación destruimos esa capa o la dejamos muy fina para controlar la menorragia”.
"La ablación endometrial soluciona el problema de la menorragia con una alta efectividad y de una forma muy poco invasiva"
La doctora ha recordado que la paciente se mantiene despierta durante todo el procedimiento, que define como “sencillo”, pues “no dura más de dos minutos” y en el que “no es necesario dilatar el cuello del útero”. De hecho, subraya que “el dispositivo se introduce con facilidad”, por lo que es “muy poco invasivo”. Además, genera pocos o nulos efectos secundarios, pues tras haberle realizado la ablación endometrial, “la paciente pasa a una sala de recuperación, donde está más o menos cuarto o media hora y después se va por su pie a casa”.
Esta novedosa técnica en España, que en realidad cuenta con una trayectoria más extendida en otros países, “soluciona el problema de la menorragia con una alta efectividad y de una forma muy poco invasiva”, eliminando o reduciendo el dolor y el exceso de sangrado. La ginecóloga también indica que “la efectividad de la ablación endometrial es mayor en mujeres de edad más avanzada”, ya que en pacientes jóvenes todavía quedan muchos años de producción hormonal y existe riesgo de regeneración.