Un esutidio publicado en el 'British Medical Journal' y realizado por el King's College de Londres y financiado por Cancer Research UK,, ha aportado pruebas que apoyan la ampliación de los intervalos de cribado del cáncer de cuello de útero de tres a cinco años para aquellas que tengan un resultado negativo en la prueba.
Esta investigación realizada en 1,3 millones de mujeres de Inglaterra, tranquiliza a las mujeres y personas con cuello uterino de entre 24 y 49 años que dan negativo en la prueba del virus del papiloma humano (VPH), ya que el cribado a intervalos de cinco años previene tantos cánceres como el cribado a intervalos de tres años, aunque no estén vacunadas contra el VPH.
El estudio confirma que las mujeres de este grupo de edad tienen muchas menos probabilidades de desarrollar lesiones cervicales clínicamente relevantes (neoplasia intraepitelial cervical de alto grado, que son cambios anormales de las células que recubren el cuello uterino y que se conocen como CIN3+) y cáncer de cuello uterino, tres años después de un cribado negativo del VPH en comparación con una citología negativa. Este riesgo se reduce a más de la mitad.
Las mujeres de entre 24 y 49 años tienen muchas menos probabilidades de desarrollar lesiones cervicales clínicamente relevantes y cáncer de cuello uterino, tres años después de un cribado negativo del VPH en comparación con una citología negativa
La autora principal, la doctora Matejka Rebolj, epidemióloga principal del King's College de Londres, asegura que "restos resultados son muy tranquilizadores. Se basan en investigaciones anteriores que muestran que, tras la introducción de la prueba del VPH para el cribado del cuello uterino, un intervalo de 5 años es al menos tan seguro como el anterior intervalo de 3 años --añade--. El cambio a un cribado quinquenal significará que podemos prevenir tantos cánceres como antes, al tiempo que permite realizar menos cribados".
Casi todos los cánceres de cuello de útero están causados por la infección por el VPH. Por lo general, el sistema inmunitario se deshace del virus por sí solo, pero si no lo hace el VPH puede hacer que se desarrollen células anormales en el cuello uterino. Si estas células anormales no se tratan, pueden convertirse en cáncer. Se trata de un proceso que suele durar entre 10 y 15 años, y a veces incluso más.
Antes de 2019, las pruebas de citología, también conocidas como frotis, comprobaban primero si las células del cuello uterino eran anormales. Si se encontraban, algunas de las muestras se analizaban para detectar el VPH. Estas pruebas se recomendaban cada tres años.
En 2019, siguiendo la evidencia científica de los expertos, el Programa de Cribado Cervical del NHS en Inglaterra implementó completamente las pruebas primarias de VPH de alto riesgo utilizando la citología como prueba de triaje, manteniendo los mismos intervalos de cribado (3 años para las personas de 24 a 49 años).
El estudio demuestra que la prueba del VPH es más precisa que una prueba citológica
Ahora, las muestras tomadas durante el cribado cervical se analizan primero para detectar el VPH. Como la infección por el VPH es anterior a la presencia de células anormales, la prueba del VPH detecta a más mujeres con riesgo de cáncer de cuello uterino.
El estudio demuestra que la prueba del VPH es más precisa que una prueba citológica. Investigadores del King's College de Londres, la Universidad de Manchester y el NHS han analizado los datos del Programa de Cribado Cervical del NHS en Inglaterra. Hicieron un seguimiento de las personas que acudieron al cribado durante dos rondas, la primera de 2013 a 2016, con un seguimiento a finales de 2019.
Los investigadores descubrieron que las personas elegibles para el cribado menores de cincuenta años que tenían una prueba de VPH negativa en la primera ronda tenían un menor riesgo de detección de CIN3+ en la segunda ronda en comparación con la citología. 1,21 de cada 1000 personas tuvieron una detección de CIN3+ después de una prueba de detección del VPH negativa, en comparación con 4,52 de cada mil personas después de una citología negativa.
La doctora Rebolj añade que "este monumental estudio ha contado con un equipo multidisciplinar que incluye a los integrantes del Programa de Cribado Cervical del NHS en Inglaterra, que trabajan con las mujeres que se someten al cribado y sus muestras, y nuestros socios académicos".
"Esta colaboración proporciona pruebas que servirán mejor a los millones de mujeres invitadas a someterse a cribado durante la mayor parte de su vida adulta --resalta--. Estos prometedores resultados demuestran que la mayoría de las mujeres y personas con cuello de útero no necesitan someterse a cribado con la frecuencia actual".