La información sanitaria sobre el Mpox publicada en la plataforma de redes sociales TikTok suele ser imprecisa, incompleta y de mala calidad, según un reciente análisis de vídeos relevantes publicado en la revista de acceso abierto 'BMJ Global Health'.
Los resultados ponen de relieve los riesgos potenciales de utilizar las redes sociales para la información sanitaria, en particular durante las emergencias de salud pública, advierten los investigadores.
El Mpox suele cursar con fiebre, inflamación de los ganglios linfáticos (linfadenopatía) y pústulas cutáneas dolorosas por todo el cuerpo que duran de 2 a 4 semanas.
Con más de mil millones de usuarios en 2022, TikTok es una de las plataformas de medios sociales más activas que se utilizan hoy en día para acceder y compartir información sobre temas de salud pública de actualidad, señalan los investigadores. Sus usuarios pueden crear fácilmente vídeos de entre 15 segundos y 5 minutos de duración.
Los investigadores querían evaluar el contenido, la calidad y el nivel de participación de los contenidos de vídeo sobre el brote de Mpox en la plataforma
En este contexto, los investigadores querían evaluar el contenido, la calidad y el nivel de participación de los contenidos de vídeo sobre el brote de Mpox en la plataforma. Realizaron una búsqueda en línea de contenidos de vídeo relevantes subidos entre el 1 de enero y el 11 de agosto de 2022, utilizando 12 hashtags. La búsqueda inicial arrojó 2462 vídeos, pero solo se incluyeron en el análisis aquellos que eran originales, estaban en inglés y contenían contenido educativo. Tras comprobar manualmente cada vídeo, quedaron 85.
Se evaluó el contenido de los vídeos sobre las características y el tratamiento de la Mpox. La calidad de los vídeos y de la información se evaluó mediante tres herramientas validadas para evaluar la información sanitaria, que incluían los criterios DISCERN y del 'Journal of the American Medical Association' (JAMA).
Los autores de los vídeos se clasificaron en médicos y divulgadores científicos; instituciones; enfermeros y otros profesionales sanitarios; y público en general. Y se recopiló información sobre el número de seguidores que tenían, a quién seguían y el número total de vídeos publicados y de "me gusta". La duración media de los vídeos fue de 78 segundos. El valor medio de los "me gusta", comentarios y compartidos recibidos por cada vídeo fue de 11.015, 211 y 693, respectivamente.
Asimismo, los autores más habituales de los vídeos fueron médicos y divulgadores científicos (43,5%; 37), seguidos del público en general (35%; 30), enfermeros y otros profesionales sanitarios (13%; 11) y usuarios institucionales (8%;7).
La puntuación media global de los vídeos fue de 39,56 sobre 80 en el instrumento DISCERN y de 1,93 sobre 4 en los criterios 'JAMA'
Se evaluó el contenido de los vídeos, utilizando seis categorías de contenido relacionadas con Mpox en la práctica clínica. La mayoría (85%) abordaba los factores de riesgo de Mpox, pero, por término medio, los vídeos sólo trataban un tercio de los contenidos destacados en las guías de práctica clínica.
La puntuación media global de los vídeos fue de 39,56 sobre 80 en el instrumento DISCERN y de 1,93 sobre 4 en los criterios 'JAMA', lo que indica que la calidad general de la información de los vídeos fue deficiente. Ningún vídeo cumplía todos los criterios 'JAMA'.
Las puntuaciones globales de calidad fueron más altas en los vídeos producidos por médicos y divulgadores científicos que en los realizados por usuarios institucionales o enfermeros, y los producidos por el público en general obtuvieron las puntuaciones más bajas.
La inclusión de personas en el vídeo y la información sobre la calidad de las opciones de tratamiento fueron determinantes independientes significativos de la participación del público.
"Nuestros resultados sobre la calidad de la información subrayan la necesidad de elaborar instrucciones sobre los vídeos de información sanitaria en las redes sociales"
Los investigadores reconocen varias limitaciones de sus conclusiones, entre ellas el periodo relativamente corto que abarca el estudio, el hecho de que los instrumentos DISCERN y 'JAMA' se diseñaron originalmente para evaluar la información de sitios web, y la ausencia de información sobre las repercusiones conductuales y psicológicas de los vídeos.
No obstante, señalan que, "en general, el material sobre el reciente brote de Mpox compartido a través de los vídeos de TikTok era con frecuencia poco fiable e incompleto, lo que obstaculiza los esfuerzos de salud pública para compartir información precisa sobre el Mpox".
Aunque la baja calidad del contenido de la mayoría de los vídeos puede estar relacionada con la escasa información disponible sobre el Mpox y su novedad, es necesario orientar el contenido de la información sanitaria, dado el papel crucial que desempeña, insisten.
"Nuestros resultados sobre la calidad de la información subrayan la necesidad de elaborar instrucciones sobre los vídeos de información sanitaria en las redes sociales y de fomentar más contenidos procedentes de profesionales sanitarios", escriben.
"Nuestro estudio pone de relieve los riesgos de referirse a TikTok o a las redes sociales como fuente de información sanitaria --concluyen--. Los vídeos de baja calidad con contenido sesgado pueden llevar a confusión y perjudicar la toma de decisiones informadas con éxito. Esto exacerba la 'infodemia' en las redes sociales, disuadiendo los esfuerzos para prevenir y gestionar los brotes de enfermedades, en particular el brote de Mpox".