Un equipo liderado desde la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) ha demostrado que la ruta de formación de vesículas extracelulares está íntimamente ligada al control de calidad de las mitocondrias, afectando el metabolismo y el crecimiento celular.
Las vesículas extracelulares son pequeñas estructuras rodeadas de membrana que permiten la comunicación intercelular de proximidad y a distancia dentro del organismo. Gracias a su presencia en biofluídos corporales (sangre, orina, sudor, leche, etc.), y a su variable composición influenciada por el estado de la célula productora, las vesículas extracelularespueden servir de biomarcadores no invasivos para el diagnóstico y seguimientopersonalizado de distintas enfermedades, incluido el cáncer.
El grupo de la doctora María Yáñez-Mó, adscrito al Departamento de Biología Molecular de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), estudia las proteínas tetraspaninas, muy abundantes en estas vesículas y empleadas habitualmente como marcadores de las mismas. Ahora, este grupo ha demostrado que las tetraspaninas no son meros marcadores de las vesículas extracelulares, sino que también regulan su composición.
Las vesículas extracelulares pueden servir de biomarcadores para el diagnóstico y seguimiento del cáncer
"Utilizando distintos abordajes para bloquear la función de las tetraspaninas en células de melanoma, logramos demostrar que la ruta de formación de vesículas está íntimamente ligada al control de calidad de las mitocondrias, afectando así al metabolismo y crecimiento celular", detallan los autores.
Los resultados, publicados en Journal of Extracellular Vesicles, muestran en modelos animales cómo los distintos tratamientos que bloquean la función de la tetraspanina CD9 reducen el crecimiento de tumores de melanoma.
El trabajo ha sido realizado en colaboración con el doctor Peinado del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) y la empresa biotecnológica IMG Pharma Biotech. Los trabajos del grupo "Microdominios de membrana en vesículas extracelulares, adhesión y migración celular" han sido financiados con ayudas públicas del Plan Estatal y de la UAM, y por instituciones privadas como la Fundación Ramón Areces y la Fundación BBVA.