La última evaluación de las amenazas de los delitos contra la propiedad intelectual, redactada conjuntamente por la Europol y la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo), revela que la distribución de productos falsificados ha aumentado durante la pandemia, como diversos medicamentos, equipos de protección individual o mascarillas.
Este informe, basado en datos de toda la UE y en la información operativa de Europol, confirma que la falsificación y la piratería sigue siendo una grave amenaza para la salud y la seguridad de los consumidores, así como para la economía europea. En concreto, las importaciones de productos falsificados y pirateados alcanzaron los 119 millones de euros en 2019, lo que representa el 5,8% de todos los productos que entran en la Unión Europea, detalla la entidad.
Ora de las conclusiones es que la crisis sanitaria ha ofrecido nuevas oportunidades para el comercio de productos falsificados y pirateados, mientras los delincuentes han adaptado sus modelos de negocio a la nueva demanda mundial. Además de las categorías de ropa y artículos de lujo falsificados incautados, hay un comercio creciente de productos falsificados que pueden dañar la salud humana, como medicamentos, alimentos y bebidas, cosméticos y juguetes falsificados.
En los últimos años se han detectado cada vez más productos farmacéuticos falsificados, que van desde diversos medicamentos hasta equipos de protección individual o mascarillas. La distribución se ha desplazado casi por completo de los mercados físicos a los mercados en línea, lo que ha planteado motivos de preocupación en materia de salud pública.
En los últimos años se han detectado cada vez más productos farmacéuticos falsificados
Estos productos ilícitos proceden en gran medida de fuera de la UE pero también pueden producirse en laboratorios ilegales en los estados miembros, que son difíciles de detectar y pueden establecerse con relativamente pocos recursos.
El informe muestra algunas tendencias clave en diversos sectores de productos que son el objetivo principal de los falsificadores. La ropa, los accesorios y los artículos de lujo siguen siendo las categorías de productos falsificados más comunes, vendidos tanto en línea como en mercados físicos. Así mismo, se encuentran entre las principales categorías de artículos falsificados de los aproximadamente 66 millones de productos incautados por las autoridades europeas en 2020. La evaluación de las amenazas pone de relieve que la distribución de productos falsificados se basa principalmente en las plataformas digitales, una tendencia que se ha visto reforzada por la pandemia y el consumo generalizado en línea.
Desde la Euipo recuerdan que la falsificación es una actividad muy lucrativa para las redes delictivas implicadas, que obtienen grandes beneficios mientras corren relativamente pocos riesgos. Estos delitos son considerados como una de las prioridades de la UE en la lucha contra la delincuencia organizada y las formas graves de delincuencia de 2022 a 2025, en el marco de la plataforma multidisciplinar europea contra las amenazas delictivas.
Aunque la mayoría de las falsificaciones en el mercado de la UE se producen fuera de Europa, principalmente en China y otras partes de Asia, la fabricación interna dentro de la UE es una tendencia al alza. La creciente importación en la Unión de materiales de embalaje y productos semielaborados falsificados apunta, claramente, a la presencia de instalaciones ilegales de producción en los estados miembros.
VENTA DE TELÉFONOS EN PERIODOS DE REBAJAS
Paralelamente, los teléfonos móviles, sus accesorios y componentes se encuentran entre las principales categorías de productos falsificados incautados y se venden en grandes cantidades durante los días especiales de rebajas como el Black Friday y el Cyber Monday.
El análisis recoge así que Los falsificadores se han aprovechado recientemente de la escasez mundial de suministro de chips semiconductores. En el caso de los perfumes y los cosméticos, la producción ilícita se refiere a productos de uso cotidiano, como champú, pasta dentífrica o detergentes.
La Covid-19 dio lugar a una mayor oferta de contenido digital ilícito, que a menudo está vinculado a otras actividades de ciberdelincuencia. En la actualidad, la piratería es principalmente un delito digital y los sitios web que distribuyen ilegalmente contenidos audiovisuales están alojados en servidores de toda Europa, Asia y Oriente Medio.