En 2019 los agentes infecciosos resistentes mataron a 1,27 millones de personas y se asociaron con 4,95 millones de fallecimientos, según un estudio publicado en 'The Lancet'. Para 2050 se esperaba alcanzar las 10 millones de muertes, una cifra que posiblemente se acabe dando antes de la fecha indicada.
Ante esta situación, las carrera contrarreloj se ha acelerado y la presión para conseguir nuevos antibióticos y vacunas y establecer un buen uso de los productos existentes es mayor. En este sentido, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado el primer informe sobre la cartera de vacunas actualmente en desarrollo para prevenir infecciones causadas por patógenos bacterianos resistentes a los antimicrobianos (RAM), en el que solicita acelerar los ensayos de vacunas que están en las últimas etapas de desarrollo y, a su vez, maximizar el uso de las vacunas existentes.
La OMS ha identificado 61 vacunas candidatas que se encuentran en varias etapas de desarrollo clínico, incluidas algunas en las últimas etapas de desarrollo que abordan enfermedades incluidas en la lista de patógenos bacterianos prioritarios que la OMS ha priorizado para la investigación y desarrollo. Si bien el informe describe que estas vacunas tienen una alta viabilidad de desarrollo, se advierte de que la mayoría no estará disponible en el corto plazo.
"De los seis principales patógenos bacterianos responsables de las muertes por RAM, solo uno, la enfermedad neumocócica ('streptococcus pneumoniae') tiene una vacuna"
"La prevención de infecciones mediante la vacunación reduce el uso de antibióticos, que es uno de los principales impulsores de la RAM. Sin embargo, de los seis principales patógenos bacterianos responsables de las muertes por RAM, solo uno, la enfermedad neumocócica ('streptococcus pneumoniae') tiene una vacuna. Se necesita con urgencia garantizar el acceso asequible y equitativo a las vacunas que salvan vidas, como las contra el neumococo", ha dicho el subdirector general de Resistencia a los Antimicrobianos de la OMS, Hanan Balkhy.
Al mismo tiempo, en el informe se solicita un acceso "equitativo y global" a las vacunas que ya existen, especialmente entre las poblaciones que más las necesitan en entornos de recursos limitados. Ya hay vacunas disponibles contra cuatro patógenos bacterianos prioritarios: enfermedad neumocócica ('Streptococcus pneumoniae''), Hib ('Haemophilus influenzae tipo b'), tuberculosis ('mycobacterium tuberculosis') y fiebre tifoidea ('SalmonellaTifo').
"Las vacunas actuales de 'Bacillus Calmette-Guérin' (BCG) contra la tuberculosis (TB) no protegen adecuadamente y se debe acelerar el desarrollo de vacunas más efectivas. Las tres vacunas restantes son efectivas y necesitamos aumentar el número de personas que las reciben para contribuir a una reducción en el uso de antibióticos y prevenir más muertes", enfatiza el organismo de Naciones Unidas en el trabajo.
Del mismo modo, el informe examina algunos de los desafíos que enfrenta la innovación y el desarrollo de vacunas, incluidos los patógenos asociados con infecciones adquiridas en hospitales (HAI). Estos incluyen la dificultad para definir la población objetivo entre todos los pacientes ingresados en el hospital, el coste y la complejidad de los ensayos de eficacia de vacunas, así como la falta de precedentes regulatorios y/o de políticas para las vacunas contra las HAI.
"El desarrollo de vacunas es costoso y científicamente desafiante, a menudo con altas tasas de falla, y para los candidatos exitosos, los complejos requisitos regulatorios y de fabricación requieren más tiempo. Tenemos que aprovechar las lecciones del desarrollo de la vacuna Covid y acelerar nuestra búsqueda de vacunas para abordar la RAM", ha zanjado la directora del Departamento de Inmunización, Vacunas y Productos Biológicos de la OMS, Kate O'Brien,