Un estudio publicado en la revista 'PNAS Nexus', realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Yale (Estados Unidos), ha evidenciado la utilidad de las vacunas y las dosis de refuerzo para controlar la propagación de variantes del coronavirus.
Los hallazgos muestran que las vacunas y el refuerzo no solo son importantes para reducir el riesgo individual de infección, sino que también ayudan a controlar el COVID-19 en una población más grande.
"Si la población donde se encuentra esa persona infectada está altamente vacunada y reforzada, y si esa persona infectada se salta la cuarentena, es probable que muchas menos personas contraigan COVID-19. Concluimos, por lo tanto, que dentro de las poblaciones donde hay altos niveles de vacunación y refuerzo, puede ser adecuado requerir cuarentenas de menor duración y realizar pruebas con menos frecuencia", han zanjado los investigadores.
"Si la población donde se encuentra esa persona infectada está altamente vacunada y reforzada, y si esa persona infectada se salta la cuarentena, es probable que muchas menos personas contraigan COVID-19"
Los investigadores utilizaron cálculos matemáticos para determinar la probabilidad de transmisión de la variante ómicron del SARS-CoV-2 después de que una persona infectada emerge de varios períodos de cuarentena.
Los cálculos consideraron el período de incubación del virus, el tiempo de incubación y la sensibilidad de la prueba para detectar la variante ómicron. Sus resultados mostraron que las vacunas y las inyecciones de refuerzo tanto a nivel individual como de población son de vital importancia para limitar la transmisión del virus.