Un estudio realizado en prisiones de California (Estados Unidos) ha revelado que la vacunación y los refuerzos posterioresreducen la infecciosidad, pero el riesgo de infección sigue siendo alto, según publican los investigadores en la revista 'Nature Medicine'.
La vacunación y el refuerzo, especialmente cuando son recientes, ayudaron a limitar la propagación de COVID-19 en las prisiones de California durante la primera oleada de ómicron, según este análisis que examinó la transmisión entre personas que vivían en la misma celda.
El estudio demuestra los beneficios de la vacunación y el refuerzo, incluso en entornos en los que muchas personas siguen infectándose, a la hora de reducir la transmisión. Y además muestra los efectos acumulativos del refuerzo y la protección adicional que la vacunación proporciona a quienes ya estaban infectados. La probabilidad de transmisión se redujo en un 11% por cada dosis adicional.
"Muchos de los beneficios de las vacunas para reducir la infecciosidad procedían de personas que habían recibido refuerzos y de personas que habían sido vacunadas recientemente --afirma Nathan Lo, investigador de la facultad en la División de VIH, Enfermedades Infecciosas y Medicina Global de la UCSF y autor principal del estudio--. Nuestros hallazgos son particularmente relevantes para mejorar la salud de la población encarcelada".
"Muchos de los beneficios de las vacunas para reducir la infecciosidad procedían de personas que habían recibido refuerzos y de personas que habían sido vacunadas recientemente"
Los investigadores analizaron datos desidentificados recopilados por el Departamento de Correccionales y Rehabilitación de California (CDCR). Esto incluyó los resultados de la prueba COVID-19, el estado de la vacuna y la ubicación de la vivienda de 111,687 residentes, 97% de los cuales eran hombres, entre el 15 de diciembre de 2021 y el 20 de mayo de 2022.
Las infecciones fueron frecuentes, a pesar de la tasa de vacunación relativamente alta de los residentes, del 81%, con la serie de vacunas primarias. Pero la tasa de enfermedades graves fue baja. En poco más de cinco meses, hubo 22.334 infecciones confirmadas por la variante ómicron, 31 hospitalizaciones y ninguna muerte por COVID-19.
Los residentes vacunados con infecciones irruptivas eran significativamente menos propensos a transmitirlas: 28% frente al 36% de los no vacunados. Pero la probabilidad de transmisión aumentaba en un 6% por cada cinco semanas que pasaban desde la última vacuna de alguien.
La inmunidad natural de una infección previa también tuvo un efecto protector, y el riesgo de transmitir el virus fue del 23% para alguien con una reinfección frente al 33% para alguien que nunca había estado infectado.
Las personas con inmunidad híbrida, tanto por infección como por vacunación, tenían un 40% menos de probabilidades de transmitir el virus
Las personas con inmunidad híbrida, tanto por infección como por vacunación, tenían un 40% menos de probabilidades de transmitir el virus. La mitad de esa protección procedía de la inmunidad que se adquiere al luchar contra una infección y la otra mitad de estar vacunado.
Los investigadores se mostraron satisfechos de ver que la vacunación confiere una protección adicional incluso a quienes ya habían sido infectados, pero les sorprendió lo mucho que seguía propagándose la infección, a pesar de las tasas de vacunación relativamente altas de los residentes.
"Independientemente de los beneficios que se observan en la vacunación y la infección previa, en este estudio sigue habiendo un alto grado de transmisión --resalta Sophia Tan, investigadora del laboratorio de Lo y primera autora del estudio--. Esperamos que estos hallazgos puedan apoyar los esfuerzos en curso para proteger a esta población vulnerable".
"Independientemente de los beneficios que se observan en la vacunación y la infección previa, en este estudio sigue habiendo un alto grado de transmisión"
Esto incluye hacer esfuerzos para mantener a los residentes al día con los refuerzos y aumentar la tasa de vacunación del personal de la prisión, sólo el 73% de los cuales había recibido la serie primaria en el momento del estudio.
La tasa general de refuerzo también podría mejorarse significativamente. En el momento del estudio, sólo el 59% de los residentes y el 41% del personal habían recibido todas las dosis recomendadas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, en función de su edad y estado de salud.
"En los dos meses siguientes a la vacunación, las personas son las menos infecciosas, lo que indica que los refuerzos y las grandes campañas de vacunación programadas pueden tener un papel para reducir la transmisión en las oleadas --confirma Lo--. Se necesitan nuevas ideas, ya que el riesgo de infección en esta población vulnerable sigue siendo muy grande".