La vacuna contra la tuberculosis (TB) podría proteger a los recién nacidos contra una variedad de infecciones comunes, como infecciones del tracto respiratorio superior, del pecho o diarrea, según un nuevo estudio publicado en 'The Lancet Infectious Diseases' y realizado por investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido).
La investigación es la primera de su tipo en investigar rigurosamente la gama completa de enfermedades contra las que el BCG podría proteger a los bebés. En la misma se sugiere que vacunar a todos los bebés el día del nacimiento con BCG podría reducir las infecciones neonatales y la muerte en áreas con altas tasas de enfermedades infecciosas, lo que podría salvar miles de vidas al año. Los resultados también aumentan la posibilidad de que la vacuna pueda usarse para proteger a niños y adultos contra COVID-19 y otras nuevas enfermedades infecciosas.
El estudio incluyó un ensayo de control aleatorio de 560 recién nacidos en Uganda, los cuales fueron monitoreados para una variedad de enfermedades. Después de seis semanas, las tasas de infección por cualquier enfermedad fueron un 25 por ciento más bajas en el grupo que recibió la vacuna al nacer, en comparación con el grupo que aún no había recibido la vacuna.
Después de seis semanas, las tasas de infección por cualquier enfermedad fueron un 25 por ciento más bajas en el grupo que recibió la vacuna al nacer
Los grupos particularmente vulnerables, como los bebés con bajo peso al nacer y los niños, parecían estar más protegidos, a pesar de que tuvieran infecciones leves, moderadas o, incluso, graves. Casi un millón de bebés mueren cada año a causa de infecciones comunes, por lo que necesitamos con urgencia mejores formas de protegerlos. Nuestra investigación sugiere que garantizar que la BCG se administre al nacer podría marcar una gran diferencia en las personas de bajos ingresos países, potencialmente salvando muchas vidas", han señalado los expertos.
En el trabajo se asignó aleatoriamente a niños sanos de Uganda para recibir BCG al nacer a las seis semanas de edad. Los bebés fueron seguidos por médicos durante 10 semanas para detectar episodios de cualquier tipo de enfermedad o infección.
Posteriormente, el equipo de investigación comparó la frecuencia con la que los bebés de los dos grupos padecían con infecciones de cualquier tipo, excepto la tuberculosis, con el fin de comprobar si la vacuna producía alguna diferencia. También tomaron muestras de sangre de ambos grupos para observar las diferencias en su sistema inmunológico innato, la primera línea de defensa del cuerpo contra las infecciones.
Los bebés que habían sido vacunados al nacer presentaban padecían cualquier tipo de infección con un 25 por ciento menos de frecuencia que los bebés que no lo habían hecho. La protección de BCG no parecía ser contra un tipo específico de infección, sino para todos los tipos, como resfriados comunes, infecciones del pecho e infecciones de la piel. Después de que el grupo que recibió BCG a las seis semanas había sido vacunado, no hubo diferencias en las tasas de infección entre los dos grupos.
"Es muy emocionante pensar que la vacuna BCG podría ayudar a mantener a los recién nacidos seguros contra otras infecciones peligrosas, además de brindar protección contra la tuberculosis. Aunque esta vacuna se recomienda al nacer en muchos países, a menudo se retrasa debido a dificultades logísticas. Asegurar que la vacuna se administre el primer día, en áreas con altas tasas de enfermedades infecciosas, podría tener un impacto importante en las infecciones y muertes en el período neonatal", han zanjado los expertos.