La Unión Europea cuenta desde este martes con una lista "prioritaria" que identifica las principales amenazas para la salud que necesitarán de una respuesta coordinada del bloque, por ejemplo con la compra y almacenamiento conjunto de medicamentos o la producción de fármacos, con el objetivo de preparar una mejor planificación ante eventuales crisis como la reciente pandemia de coronavirus.
La lista has sido elaborada por la Autoridad de Preparación y Reacción para Emergencias Sanitarias (HERA) y establece tres categorías de riesgos sanitarios que podrían afectar gravemente al conjunto de la UE: los agentes patógenos con fuerte capacidad pandémica, las amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares y la resistencia antimicrobiana.
"Este ejercicio supone la primera etapa para garantizar que, en caso de necesidad, todos los Estados miembro podrán acceder rápidamente a contramedidas médicas y disponer de ellas", ha indicado en un comunicado la comisaria de Salud, Stella Kyriakides. La comisaria ha descrito la plataforma HERA como el "centinela" que vigila para poder enfrentarse a futuras emergencias sanitarias de forma adecuada.
De este modo, en relación a los agentes patógenos, se examinarán las familias virales más preocupantes, en especial los de tipo ARN respiratorio, mientras que en el caso de las amenazas químicas y biológicas, se estudiarán las probabilidades de aparición voluntaria o accidental y su potencial incidencia en la salud humana.
"Este ejercicio supone la primera etapa para garantizar que, en caso de necesidad, todos los Estados miembro podrán acceder rápidamente a contramedidas médicas y disponer de ellas"
Respecto a la resistencia a los antibióticos, este tipo de amenazas son uno de los mayores riesgos sanitarios a ojos del Ejecutivo comunitario, ya que se le atribuyen más de 1,2 millones de defunciones al año en todo el mundo.
De este modo, la clasificación de amenazas sanitarias abre el proceso para asegurar el "desarrollo, capacidad de producción e impulso a la fabricación de medicamentos y equipos sanitarios, así como para la compra conjunta y almacenaje potencial de medicamentos, material diagnóstico, dispositivos médicos y equipos de protección individual".
La plataforma HERA, de la mano del Ejecutivo comunitario y otras agencias europeas, vigilará que las inversiones se orientan a estas necesidades y a "preservar la salud pública y la seguridad sanitaria" en lo que a la disponibilidad de contramedidas se refiere.