Los Veintisiete han acordado este jueves sus líneas rojas de cara a la negociación de la reforma del actual Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (EMCDDA) para convertirlo en una Agencia europea sobre Drogas que contará con más poderes para vigilar y combatir la introducción en el mercado comunitario de nuevas sustancias nocivas.
En su mandato negociador, los Estados miembro señalan que la recopilación de datos, su análisis y difusión "seguirá siendo la tarea principal" de la nueva agencia, pero lo hará bajo un mandato ampliado que le dará más poderes para, por ejemplo, contar con más medios de evaluación de amenazas para la salud y seguridad para anticiparse a los riesgos y prever medidas.
También se ocupará con especial atención del "policonsumo", que combina el consumo de drogas con otras sustancias lícitas o ilícitas pero cuya combinación es cada vez más común, y de fortalecer los vínculos con los puntos de enlace nacionales, con el objetivo de contar con mejor información de la situación en cada Estado miembro.
Otra de las ideas es crear una red de laboratorios que permitirán a la agencia acceder a información forense y toxicológica, así como prepararse para sensibilizar y emitir alertas basadas en pruebas cuando se detecte la entrada en el mercado comunitario de nuevas sustancias especialmente peligrosas.
El nuevo reglamento también aclarará el papel de la agencia en el ámbito de la cooperación internacional, para que pueda participar plenamente en las actividades en este ámbito y responder a las solicitudes de terceros países y organismos internacionales.
"El tráfico de drogas sigue siendo el mayor mercado delictivo en la UE. El narcotráfico es multinacional y aviva la corrupción y el asesinato", avisó la comisaria de Interior, Ylva Johansson, cuando el pasado enero presentó la propuesta legislativa para llevar a cabo esta reforma.
Johansson alertó entonces de que las bandas son "cada vez más expertas" en la producción y distribución de drogas prohibidas y de sustancias aún por clasificar pero que son un riesgo grave para la salud.
Los cambios que plantea el Ejecutivo comunitario, además, permitirán según la comisaria vigilar mejor las drogas en desarrollo para combatir los efectos nocivos de tales drogas y tenderá puentes para colaborar más eficazmente con otras agencias de la UE, incluidas Europol o la Agencia Europea del Medicamento (EMA).