En el mundo unas 540 millones de personas sufren dolor de espalda. La vida sedentaria ha hecho que el dolor de espalda, que durante siglos era casi inexistente afecte ahora al 70% de las poblaciones en países industrializados en algún momento de sus vidas, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La mejor forma de combatir este dolor, así como de prevenirlo, es el ejercicio. Pero si el dolor es agudo, o hay problemas de movilidad como en las personas mayores, es inevitable acudir a fármacos antiinflamatorios. Actualmente, un estudio de revisión de la Universidad de Boston (Estados Unidos) ha desvelado que el paracetamol es seguro en adultos mayores, pero los antiinflamatorios no esteroideos (ibuprofeno) son más efectivos para el dolor relacionado con la columna.
Además, los medicamentos para el dolor nervioso (gabapentina y pregabalina) se pueden usar en personas mayores, con precaución en cuanto a la dosis y la función renal. Los antidepresivos más nuevos (duloxetina) más que los más antiguos (nortriptilina) pueden ayudar con el dolor relacionado con la columna, prestando atención a la posible sedación y mareos.
Los analgésicos gabapentina y pregabalina pueden causar mareos o dificultad para caminar, pero pueden tener algún beneficio para el dolor de los nervios
"La mayoría de las personas mayores experimentan dolor de cuello o de espalda baja en algún momento, lo suficientemente molesto como para ver a su médico. Nuestros hallazgos brindan una guía de medicamentos útil para que los médicos la usen para el dolor de columna en una población de mayor edad que puede tener un historial médico complejo", ha explicado el autor Michael Perloff.
En el estudio han observado que los analgésicos gabapentina y pregabalina pueden causar mareos o dificultad para caminar, pero pueden tener algún beneficio para el dolor de los nervios del cuello y la espalda (como la ciática) en adultos mayores. Deben usarse en dosis más bajas con ajustes de dosis más pequeños.
En el caso de algunos relajantes musculares, como carisoprodol, clorzoxazona, ciclobenzaprina, metaxalona, metocarbamol y orfenadrina, deben evitarse en adultos mayores debido al riesgo de sedación y caídas. Otros (tizanidina, baclofeno, dantroleno) pueden ser útiles para el dolor de cuello y espalda, con mayor evidencia para la tizanidina y el baclofeno. Estos deben usarse en dosis reducidas, evitando la tizanidina con enfermedad hepática y reduciendo la dosis de baclofeno con enfermedad renal.