Un trasplante de microbios intestinales sanos seguido de suplementos de fibra beneficia a los pacientes con obesidad grave y síndrome metabólico, según los resultados de un ensayo clínico de la Universidad de Alberta (Canadá) publicados en la revista 'Nature Medicine'.
En el trabajo, los pacientes que recibieron un trasplante oral de microbios fecales en una sola dosis, seguido de un suplemento diario de fibra, presentaban una mayor sensibilidad a la insulina y niveles más altos de microbios beneficiosos en su intestino al final del ensayo de seis semanas. La mejora de la sensibilidad a la insulina permite al organismo utilizar la glucosa de forma más eficaz, reduciendo el nivel de azúcar en sangre.
"Estaban mucho más sanos desde el punto de vista metabólico. Estos pacientes tomaban los mejores medicamentos conocidos (para el síndrome metabólico) y pudimos mejorarlos aún más, lo que nos muestra que hay una vía de mejora al dirigirse a estas diferentes vías del microbioma", explica la investigadora principal, Karen Madsen.
Los trasplantes fecales, que contienen microbios procedentes de donantes de heces sanos, se utilizan actualmente de forma generalizada para tratar las infecciones bacterianas por Clostridium difficile o C. difficile
Hasta 71 pacientes con un índice de masa corporal de 40 o más completaron el ensayo aleatorio a doble ciego. Reclutados a partir de la lista de espera de la cirugía bariátrica en Edmonton, todos tenían síndrome metabólico, una condición que incluye resistencia a la insulina, alta glucosa en sangre, presión arterial alta y otras complicaciones. A la larga puede conducir a la diabetes.
El microbioma son todos los 'bichos' (microorganismos, bacterias, virus, protozoos y hongos) que se encuentran en el tracto gastrointestinal. Se sabe que las personas con diversas enfermedades tienen un contenido microbiano alterado. No se sabe del todo si los cambios en el microbioma provocan enfermedades o si las enfermedades provocan cambios en el intestino, pero es probable que haya un poco de ambas cosas. Se sabe que la sustitución de las bacterias poco saludables por otras sanas puede mejorar la salud.
Los trasplantes fecales, que contienen microbios procedentes de donantes de heces sanos, se utilizan actualmente de forma generalizada para tratar las infecciones bacterianas por Clostridium difficile o C. difficile, y se está investigando su utilidad para tratar otras enfermedades como la enfermedad inflamatoria intestinal, la salud mental y los trastornos metabólicos. "Sabemos que el microbioma intestinal afecta a todos estos procesos: la inflamación, el metabolismo y la función inmunitaria. El potencial de mejora de la salud humana a través del microbioma es inmenso. De momento sólo estamos arañando la superficie", afirma Madsen.
Los trasplantes de microbios fecales de este estudio procedían de cuatro donantes sanos y delgados, y se tomaron por vía oral en una dosis única de unas 20 cápsulas preparadas en un laboratorio
Este es el primer estudio que demuestra que la administración oral del trasplante fecal es eficaz en pacientes con síndrome metabólico relacionado con la obesidad. Ya se había realizado una investigación anterior en Europa en un pequeño número de pacientes varones con obesidad y síndrome metabólico, y había mostrado resultados prometedores, pero los trasplantes en ese estudio se administraron a través de una endoscopia invasiva (un tubo por la garganta) y los pacientes tenían una enfermedad más leve.
Los trasplantes de microbios fecales de este estudio procedían de cuatro donantes sanos y delgados, y se tomaron por vía oral en una dosis única de unas 20 cápsulas preparadas en un laboratorio. Las cápsulas no tienen sabor ni olor.
Los suplementos de fibra tras el trasplante fueron la clave del éxito. "Cuando se trasplantan microbios beneficiosos, hay que alimentarlos para que sigan existiendo. Si das un nuevo microbio y no lo alimentas, si sigues con una dieta de alimentos procesados y sin fibra, entonces ese microbio probablemente morirá", explica Madsen.
"La fibra no fermentable puede modificar la motilidad intestinal (la rapidez con la que se mueven las cosas), además de actuar como agente de volumen y de unión que puede modificar los niveles de ácidos biliares", explica Madsen
Nuestro cuerpo no produce de forma natural las enzimas necesarias para descomponer la fibra, pero eso es lo que necesitan las bacterias sanas del microbioma para vivir, de ahí los suplementos. El equipo experimentó con fibra fermentable (del tipo que se encuentra en las judías, que producen gas) y fibra no fermentable (esencialmente celulosa, que se encuentra en los cereales integrales).
"La fibra no fermentable puede modificar la motilidad intestinal (la rapidez con la que se mueven las cosas), además de actuar como agente de volumen y de unión que puede modificar los niveles de ácidos biliares, lo que podría ayudar a explicar nuestros resultados", detalla Madsen.
El siguiente paso de los investigadores será realizar un estudio más largo con más participantes en múltiples centros para saber cómo funciona la combinación de trasplante/fibra y controlar los cambios en las necesidades de medicación, la pérdida de peso y otros indicadores. Si los resultados siguen mostrando beneficios, dijo que las píldoras podrían estar disponibles como terapia potencial dentro de cinco años.