Una nueva investigación de la Universidad de California Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, sugiere que fumar tabaco y vapear cigarrillos electrónicos puede aumentar el riesgo de que los jóvenes sanos desarrollen una enfermedad COVID grave, publican sus autores en el 'Journal of Molecular Medicine'.
Según el doctor Theodoros Kelesidis, autor principal del estudio, se trata de uno de los primeros estudios en descubrir que no sólo fumar tabaco, sino también vapear, puede predisponer a las personas a una mayor inflamación y al futuro desarrollo de COVID-19 grave y de las complicaciones cardiovasculares persistentes que pueden producirse tras la enfermedad inicial por el virus.
"El mensaje clave es que fumar es lo peor, pero vapear no es inocente --advierte Kelesidis, profesor asociado de medicina en la división de enfermedades infecciosas de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA--. Esto se ha demostrado para muchas enfermedades pulmonares, pero no para el COVID. Fue un hallazgo bastante interesante y novedoso que vapear cambiara los niveles de proteínas clave que el virus utiliza para replicarse".
Los investigadores examinaron el plasma recogido antes de la pandemia de 45 no fumadores, 30 fumadores de cigarrillos electrónicos y 29 fumadores de tabaco, y lo analizaron para medir los niveles de proteínas identificadas desde entonces que el SARS-CoV-2, el virus en el centro de la pandemia, necesita para replicarse. Estas proteínas son ACE2, furina, Ang II, Ang 1-7, IL-6R, sCD163, L-selectina. Estas tres últimas proteínas están reguladas colectivamente en las células por una proteína denominada ADAM17.
"Los fumadores de cigarrillos electrónicos pueden correr un riesgo mayor que los no fumadores de desarrollar infecciones y trastornos inflamatorios pulmonares"
Descubrieron que el plasma de jóvenes sanos que fuman tabaco o vapean presentaba mayores niveles de furina, sCD163 y L-selectina en comparación con los no fumadores. Estos datos sugieren que puede haber una mayor actividad de las proteínas furina y ADAM17 en las células inmunitarias, así como en las células superficiales, como las que recubren los pulmones, en jóvenes fumadores y vapeadores sanos.
"Los fumadores de cigarrillos electrónicos pueden correr un riesgo mayor que los no fumadores de desarrollar infecciones y trastornos inflamatorios pulmonares --afirma Kelesidis--. Los cigarrillos electrónicos no son inocuos y sólo deben utilizarse el menor tiempo posible para dejar de fumar, y en ningún caso por los no fumadores".
Entre las limitaciones del estudio citan su reducido tamaño, que sugiere la necesidad de realizar investigaciones con una muestra más amplia; la dependencia de analizar plasma sanguíneo en lugar de muestras de tejidos como las células pulmonares que se cree que se ven afectadas por el tabaquismo y el vapeo, lo que también justifica una investigación más profunda; y la falta de pruebas sobre el papel que pueden desempeñar las proteínas ADAM17 en la enfermedad COVID grave entre los no fumadores.