Dejar de fumar tras el diagnóstico de cáncer de riñón mejorará en gran medida la supervivencia y la eficacia del tratamiento. Un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicado en el 'Journal of Clinical Oncology', ha analizado los datos de más de 200 adultos que eran fumadores cuando se les diagnosticó este cáncer, revelando los beneficios de dejar de consumir tabaco.
Se trata de un estudio de 15 años de colaboración entre el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (IARC) y el Ministerio de Sanidad de la Federación Rusa. En él reclutaron 212 pacientes diagnosticados de carcinoma de células renales que eran fumadores habituales y se les hizo un seguimiento anual durante una media de 8 años para registrar cualquier cambio en su hábito tabáquico y en el estado de la enfermedad.
"Alrededor del 40 por ciento de los pacientes (84 participantes) de este estudio dejaron de fumar, la mayoría en los primeros 3 meses tras el diagnóstico, y siguieron sin fumar hasta el final del seguimiento. Observamos que los pacientes vivían y tenían menos riesgo de progresión de la enfermedad cuando dejaban de fumar que cuando seguían haciéndolo", afirma el científico del Servicio de Epidemiología Genómica del IARC y autor principal del estudio, Mahdi Sheikh.
Mahdi Sheikh: "Se observó un 50 por ciento menos de riesgo de muerte y un 56 por ciento menos de riesgo de progresión de la enfermedad durante el tiempo en que dejaron de fumar"
En este sentido, el doctor Sheikh ha explicado las mejoras de los pacientes cuando dejaron el tabaco. "Tras tener en cuenta las diferencias en las características de los pacientes, el momento en que dejaron de fumar, las características del tumor y los tratamientos recibidos, se observó un 50 por ciento menos de riesgo de muerte y un 56 por ciento menos de riesgo de progresión de la enfermedad durante el tiempo en que dejaron de fumar en comparación con el periodo en el que fumaban", señala el investigador.
Según el informe, los investigadores evaluaron si los efectos beneficiosos de dejar de fumar podían variar en función de la intensidad del tabaquismo a lo largo de la vida y del estadio del tumor en el momento del diagnóstico. Descubrieron que el efecto beneficioso de dejar de fumar sobre la supervivencia del cáncer era evidente en todos los subgrupos de pacientes, incluidos los que tenían tumores en estadios tempranos y tardíos, así como entre los fumadores leves y los fumadores moderados o empedernidos.