Aunque las vacunas de refuerzo contra la Covid-19 en adultos provocan altos niveles de anticuerpos neutralizantes contra la variante ómicron del SARS-CoV-2, los niveles de anticuerpos disminuyen sustancialmente en el plazo de tres meses, según los nuevos datos de un ensayo clínico.
Los resultados, publicados en la revista científica Cell Reports Medicine, proceden de un estudio patrocinado por el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés).
Los investigadores administraron vacunas de refuerzo de Covid-19 a adultos en Estados Unidos que habían recibido previamente las dos dosis ordinarias. Algunos participantes recibieron la misma vacuna que su serie primaria, y otros recibieron una vacuna diferente. Los investigadores evaluaron entonces las respuestas inmunitarias a lo largo del tiempo.
Resultados anteriormente publicados en la revista científica The New England Journal of Medicine mostraron que todas las combinaciones de vacunas primarias y de refuerzo dieron lugar a un aumento de los niveles de anticuerpos neutralizantes en los receptores.
Los autores señalan que los resultados son coherentes con los informes del mundo real que muestran la disminución de la protección contra la infección por el SARS-CoV-2 durante la oleada de ómicron
En este nuevo análisis, los investigadores informan de que casi todas las combinaciones de vacunas evaluadas provocaron niveles elevados de anticuerpos neutralizantes contra el linaje ómicron BA.1. Sin embargo, los niveles de anticuerpos contra ómicron fueron bajos en el grupo que recibió la vacuna de AstraZeneca como dosis primaria y como refuerzo.
Además, la respuesta inmunitaria a ómicron en todos los grupos disminuyó considerablemente, y los niveles de anticuerpos neutralizantes se multiplicaron por 2,4 a 5,3 a los tres meses después del refuerzo. Los sublinajes de ómicron BA.2.12.1 y BA.4/BA.5 fueron 1,5 y 2,5 veces menos susceptibles a la neutralización, respectivamente, en comparación con el sub linaje BA.1, y 7,5 y 12,4 veces menos susceptibles en relación con la cepa ancestral D614G. La BA.5 es actualmente la variante dominante en muchos países europeos, entre ellos España, junto con la BA.4.
Los autores señalan que los resultados son coherentes con los informes del mundo real que muestran la disminución de la protección contra la infección por el SARS-CoV-2 durante la oleada de ómicron en personas que recibieron una serie de vacunas primarias más una vacuna de refuerzo.