El reposo estricto tras una conmoción cerebral relacionada con el deporte ralentiza la recuperación y puede prolongar los síntomas, según una declaración de consenso elaborada por un grupo de expertos estadounidenses sobre la mejor manera de tratar y gestionar esta afección, y publicada en el British Journal of Sports Medicine.
La mayoría de las conmociones cerebrales mejoran en el plazo de un mes y pueden ser tratadas eficazmente, dice la declaración. Se cree que los síntomas persistentes son una compleja interacción entre los efectos físicos y psicológicos de la nueva lesión y las condiciones subyacentes.
La declaración de consenso fue elaborada por la Conferencia de Consenso de Médicos de Equipo (TPCC), una alianza anual basada en proyectos de seis importantes asociaciones profesionales, con el objetivo de ayudar a los médicos de equipo a proporcionar la mejor atención médica a los deportistas, y que actualiza una versión anterior sobre el manejo de la conmoción cerebral, publicada en 2011.
Los datos recogidos de las visitas a los servicios de urgencias de Estados Unidos, de las consultas médicas y de un sistema de vigilancia de las lesiones en la escuela secundaria (RIO) estiman que el número de conmociones cerebrales relacionadas con el deporte es de entre 1 y 1,8 millones cada año solo en Estados Unidos entre los menores de 18 años, con alrededor de 400.000 ocurriendo en los atletas de la escuela secundaria.
Pero los síntomas de la conmoción cerebral no son específicos y actualmente no existen pruebas de diagnóstico clínicamente útiles, como análisis de sangre, pruebas genéticas o técnicas de imagen estándar. Por tanto, la incidencia y prevalencia reales de las conmociones cerebrales relacionadas con el deporte siguen siendo desconocidas, dice el comunicado.
Los signos y síntomas que indican una lesión cerebral o del cuello (columna cervical) más grave y que justifican una atención de urgencia inmediata son: convulsión inmediata (en el momento del impacto o minutos después); pérdida de conciencia más que breve; dolor de cabeza intenso o que empeora; vómitos persistentes o recurrentes; letargo creciente o confusión; hormigueo o adormecimiento de manos y/o pies; visión doble;
dolor de cuello; sensibilidad ósea y limitación de la capacidad de movimiento y/o deformidad.
Actualmente no existen pruebas de diagnóstico clínicamente útiles ante casos de conmoción cerebral
Y hay una serie de síntomas que pueden aparecer inmediatamente o algún tiempo después, que también pueden ser indicativos de conmoción cerebral, dice el comunicado.
Entre ellos figuran: amnesia, desorientación, niebla cerebral, incapacidad para concentrarse, dificultad para hablar, somnolencia excesiva, dolor de cabeza, mareos, problemas de equilibrio, trastornos visuales, hipersensibilidad al ruido, irritabilidad y trastornos del sueño.
La mayoría de las conmociones cerebrales relacionadas con el deporte son tratables, dice el comunicado. Y la mayoría de los deportistas afectados se recuperan completamente en un plazo de 2 (adultos) a 4 semanas (niños). El número y la gravedad del conjunto inicial de síntomas es lo que mejor predice el tiempo de recuperación.
Los factores que pueden prolongar o complicar la recuperación son: las conmociones cerebrales anteriores; la pérdida de conciencia durante más de un minuto; la edad temprana; las afecciones preexistentes, como la migraña, el TDAH, los problemas de aprendizaje, la depresión, los ataques de ansiedad/pánico y el mareo.
Las pruebas actuales sugieren que el reposo estricto después de una conmoción cerebral retrasa la recuperación y aumenta la probabilidad de que se prolonguen los síntomas. Investigaciones recientes demuestran que el ejercicio aeróbico moderado y progresivo durante la primera semana ayuda a la recuperación.
La mayoría de los atletas no necesitan medicamentos de venta libre y/o con receta para los síntomas agudos. Y no hay pruebas actuales que sugieran que los "nutracéuticos" ayuden a evitar o tratar la conmoción cerebral, dice el comunicado.
Investigaciones recientes demuestran que que el ejercicio aeróbico moderado y progresivo ayuda a la recuperación
Los síntomas persistentes, como la fatiga, el dolor de cabeza y la ansiedad, no suelen estar causados por un solo factor, sino que se cree que son una compleja interacción entre los efectos físicos y psicológicos de la nueva lesión y las condiciones subyacentes, dice la declaración.
En estas circunstancias, el tratamiento debe centrarse en el síntoma concreto: terapia cognitivo-conductual y/o cambios en el estilo de vida en cuanto a sueño, nutrición e hidratación, por ejemplo.
Se necesita más investigación de alta calidad para comprender plenamente los riesgos de los jóvenes que participan en el deporte después de una conmoción cerebral y los efectos en su salud y bienestar cerebral a largo plazo, dice la declaración.
"La mayoría de los deportistas que han sufrido una conmoción cerebral mejorarán y podrán volver a jugar -comenta la doctora Margot Putukian, miembro del comité ejecutivo del TPCC-. Cada lesión es única y tendrá su propio calendario. Pero los deportistas deberían consolarse sabiendo que existen tratamientos y que hay medidas que pueden tomar para ayudar a su propia recuperación, añade.