La demanda de hígados de donantes para pacientes trasplantados supera la oferta, y más del 15% de los pacientes en lista de espera mueren al cabo de un año. Un nuevo estudio internacional ofrece apoyo para aumentar el uso del trasplante de hígado de donante vivo (THDV) en los países occidentales y reducir el desequilibrio entre la oferta y la demanda de órganos, según publican sus autores en el 'Journal of Hepatology', la revista oficial de la Asociación Europea para el Estudio del Hígado.
El THDV consiste en extraer una parte del hígado de una persona viva y sana y colocarla en otra cuyo hígado ya no funciona correctamente. El hígado restante del donante vuelve a crecer y recupera su tamaño, volumen y capacidad normales pocos meses después de la intervención.
Aunque el periodo de espera para un trasplante de donante fallecido puede ser de más de cinco años, el THDV sigue siendo poco frecuente en comparación con el trasplante de hígado de donante fallecido (THDF) en los países occidentales en comparación con los de Asia.
"Buscamos comparar las características del donante y del receptor y los resultados posteriores al trasplante tras el THDV"
Identificar las diferencias en los resultados y otras características de los trasplantes puede ayudar a identificar áreas de mejora de la atención sanitaria y aclarar si la ampliación de las prácticas de THDV puede justificarse en países que dependen principalmente del trasplante de donante fallecido.
"Ha habido un creciente interés en las estrategias para aliviar la creciente demanda de trasplantes y la inaceptablemente alta mortalidad en la lista de espera de trasplantes de hígado", explica Gonzalo Sapisochin, de la División de Cirugía General de la University Health Network, en Canadá--. Uno de estos enfoques es el THDV, que puede ampliar el número de injertos disponibles para el trasplante".
Sin embargo, añade que "es necesario mantener los resultados a corto y largo plazo tanto para los donantes como para los receptores. Por lo tanto, buscamos comparar las características del donante y del receptor y los resultados posteriores al trasplante tras el THDV".
Se trata de un estudio multicéntrico retrospectivo de adultos de 18 años o más que se sometieron a un THDV primario entre enero de 2008 y diciembre de 2018, según lo informado por tres registros nacionales de trasplante de hígado: United Network for Organ Sharing (UNOS; Estados Unidos), National Health Service Blood and Transplantation (NHSBT; Reino Unido) y Canadian Organ Replacement Registry (CORR; Canadá). Se excluyeron los pacientes sometidos a retrasplantes o a trasplantes multiorgánicos.
Los investigadores compararon las características de los receptores y los donantes, las tendencias temporales y los resultados posteriores al trasplante de órganos en los tres registros. Además, trataron de evaluar los resultados del THDV en comparación con el THDF en cada uno de los países.
"Este estudio respalda el aumento del uso de la THDV en los países occidentales, ya que brinda la oportunidad de reducir el desequilibrio entre la oferta y la demanda de órganos"
En estos países se realizaron un total de 2.954 THDV, de los cuales 2.328 tuvieron lugar en Estados Unidos, 529 en Canadá y 97 en el Reino Unido. Canadá realizó la mayor proporción de procedimientos de THDV a lo largo del tiempo.
Los investigadores se sorprendieron gratamente al ver que los resultados a largo plazo eran excelentes a pesar del uso relativamente bajo de THDV en los países occidentales. Las tasas de supervivencia de los pacientes a uno, cinco y diez años fueron del 92,6%, 82,8% y 70,0% en Estados Unidos; del 96,1%, 89,9% y 82,2% en Canadá; y del 91,4%, 85,4% y 66,7% en el Reino Unido, respectivamente.
Este análisis de THDV demuestra que, a pesar del bajo uso de THDV en los países occidentales en comparación con los países asiáticos, la supervivencia a largo plazo es excelente. Además, el riesgo de mortalidad no difiere de forma estadísticamente significativa entre estos tres países.
"Este estudio respalda el aumento del uso de la THDV en los países occidentales, ya que brinda la oportunidad de reducir el desequilibrio entre la oferta y la demanda de órganos y, en consecuencia, ofrece a los candidatos de la lista de espera la posibilidad de un trasplante más temprano y una menor mortalidad en la lista de espera de trasplantes", comenta el doctor Sapisochin.