Una investigación en la que han participado científicos de las universidades de Granada y Castilla La Mancha ha apuntado a que la práctica del ejercicio físico tiene una ventaja adicional sobre la polipíldora farmacológica ante el riesgo cardiovascular, y en concreto para mejorar el colesterol y los triglicéridos que componen el perfil lipídico de las personas, al no tener efectos secundarios.
Según ha señalado la UGR en una nota de prensa, el estudio evalúa por separado la estrategia del ejercicio físico y la farmacológica de la polipíldora y los efectos que cada una produce contra la enfermedad cardiovascular aterosclerótica. Para ello, se ha realizado un análisis en red con un total de 131 ensayos controlados aleatorizados en 23.071 participantes.
Los análisis indican que la polipíldora cardiovascular es el tratamiento más adecuado en relación al colesterol total y el malo, mientras que el ejercicio consigue mejores resultados con el colesterol bueno y los triglicéridos.
Realizar ejercicio físico va a mejorar otros parámetros de salud tales como la condición física, la presión arterial, el peso corporal o los niveles de glucosa en sangre
El investigador del Departamento de Educación Física y Deportiva de la UGR Francisco Amaro, participante en este trabajo, ha destacado que ambas estrategias "son eficaces para mejorar el perfil lipídico en general", aunque dependiendo de los parámetros alterados en cada persona "interesará o bien implementar una estrategia u otra, o incluso combinar las dos si se necesita una intervención más intensiva".
Amaro ha señalado una de las claves de esta investigación: "Lo realmente interesante del estudio es que tomar un fármaco siempre tiene efectos secundarios, mientras que el ejercicio no", ha expuesto.
Adicionalmente, realizar ejercicio físico va a mejorar otros parámetros de salud tales como la condición física, la presión arterial, el peso corporal o los niveles de glucosa en sangre.