Investigadores de la Universidad de Queensland (UQ), en Australia, han descubierto cómo las bacterias comparten genes de resistencia a los antibióticos, lo que supone una nueva esperanza para aproximadamente 700.000 personas que mueren cada año por infecciones resistentes a los antibióticos, según publican en la revista 'Nature Microbiology'.
El profesor Mark Schembri (UQ) recuerda que las bacterias resistentes a los antibióticos, en particular las 'superbacterias' emergentes, podrían provocar alrededor de 10 millones de muertes en todo el mundo para 2050. "La disminución de la cantidad de antibióticos efectivos hace que estas infecciones sean una gran amenaza para la salud humana, por lo que es fundamental que comprendamos la mecánica exacta de cómo se propaga la resistencia a los antibióticos entre diferentes bacterias", añade.
La investigación ha averiguado que "la resistencia a múltiples antibióticos se puede transferir y adquirir simultáneamente”
"En este estudio, examinamos plásmidos, moléculas de ADN autorreplicantes, que son uno de los principales impulsores de la rápida propagación de genes de resistencia a antibióticos entre bacterias --explica--. Muchos plásmidos portan de 10 a 15 genes que causan resistencia a los antibióticos, y cuando se transfieren de una célula bacteriana a otra, suceden dos cosas importantes".
"En primer lugar --prosigue--, el plásmido se copia para que sea retenido tanto por la célula donante como por la receptora, y en segundo lugar, todos los genes de resistencia a los antibióticos se transfieren juntos, lo que significa que la resistencia a múltiples antibióticos se puede transferir y adquirir simultáneamente”.
SISTEMA DE DETECCIÓN GENÉTICA
El autor principal, el doctor Steven Hancock, revela que el estudio utilizó un poderoso sistema de detección genética para identificar todos los componentes necesarios para la transferencia de un tipo importante de plásmido de resistencia a los antibióticos de una célula bacteriana a otra. "Nuestra investigación descubrió genes que codifican el componente 'jeringa' --resalta--. Ese es el mecanismo a través del cual se moviliza el ADN plasmídico, así como un nuevo elemento de control esencial para la regulación del proceso de transferencia".
El equipo también investigó la estructura cristalina de este elemento controlador y reveló cómo se une al ADN y activa la transcripción de otros genes involucrados en la transferencia.
"Este nuevo conocimiento conducirá a enfoques novedosos, potencialmente salvando millones de vidas en todo el mundo"
El profesor Schembri apunta que esta comprensión más profunda abriría la puerta a soluciones para esta creciente crisis de salud. "La prevención de la transferencia de plásmidos entre bacterias ha sido un desafío importante para reducir la propagación de genes de resistencia a los antibióticos", añade.
"Al observar la mecánica molecular, podemos comenzar a desarrollar soluciones efectivas para detener estos genes en seco. Casi todo el mundo ha sufrido una infección que no respondió a una primera ronda de tratamiento con antibióticos, sólo para tener la suerte de ser tratados con un antibiótico diferente que funcionó", reconoce.
"Ahora, en casos extremos, estamos viendo infecciones comunes causadas por superbacterias que son resistentes a todos los antibióticos disponibles, lo que destaca el creciente desafío de la resistencia a los antibióticos --añade--. Necesitamos abordar esto ahora y estoy emocionado de ver cómo este nuevo conocimiento conducirá a enfoques novedosos, potencialmente salvando millones de vidas en todo el mundo".