Coincidiendo con la Semana Internacional de las Personas Sordas, que se celebra bajo el lema 'Reafirmando los Derechos Humanos' de este colectivo, el hospital Quirónsalud Sagrado Corazón, a través de su Servicio de Otorrinolaringología, se une a este evento con el ofrecimiento de diagnósticos gratuitos a todas las personas que sospechen tener una pérdida de audición.
En torno, un ocho por ciento de la población mundial, según la Organización Mundial de Salud (OMS) alrededor de 500 millones de personas, presenta una hipoacusia en mayor o menor grado, informa el centro en un comunicado, que añade que cinco de cada mil niños nacen con algún tipo de sordera.
El codirector del Servicio de Otorrinolaringología de Quirónsalud Sagrado Corazón, Antonio Abrante, ha explicado que "con el paso de los años el número de personas con discapacidad auditiva ha ido en aumento lo que se explica por el envejecimiento de la población y por la mejora en el diagnóstico, siendo el trastorno sensorial más común".
El tipo de sordera más frecuente es la pérdida de la audición asociada al envejecimiento
La hipoacusia puede tener diferentes orígenes y reconocer su causa es fundamental para el abordaje y tratamiento del paciente.
Así encontramos dos grandes grupos, apunta el profesor Abrante: las hipoacusias congénitas e hipoacusias adquiridas. El 50 por ciento de las congénitas son de origen genético y el resto, debidas a causas ambientales prenatales, infecciones que afectan a la embarazada y al feto --rubéola, toxoplasmosis, citomegalovirus, sífilis, entre otras--, administración de algunos fármacos durante el embarazo que pueden resultar tóxicos para el feto --antibióticos, antipalúdicos, diuréticos, citostáticos y ácido retinoico--, y exposición a radiaciones ionizantes o isótopos radioactivos durante el embarazo.
En cuanto al segundo grupo, las adquiridas, se producen por afectación del oído externo medio o interno, tienen diversas causas como, cerumen, cuerpo extraño, tumores, otitis, perforaciones por traumatismos o la enfermedad de Ménière, entre otras.
El tipo de sordera más frecuente es la pérdida de la audición asociada al envejecimiento, empezando a producirse a partir de los 50 años, alcanzando al 60% de los mayores de 85 años. Es más frecuente en hombres y se estima que después de los 60 años, la audición disminuye en promedio 1dB por año.
La hipoacusia se puede clasificar en: congénita o adquirida, unilateral o bilateral, leve-moderada-severa-profunda, súbita o progresiva y temporal o permanente. Por pérdida de audición discapacitante se entiende una pérdida de audición superior a 40dB en el oído con mejor audición. Dependiendo de la gravedad, las frecuencias afectadas y la etapa de vida en que se manifieste, la hipoacusia puede causar un daño profundo al desarrollo del habla, el lenguaje y las habilidades cognitivas, especialmente si comienza en niños en etapa prelocutiva (antes de que aprenda a hablar).
En cuanto a la evaluación de la sordera el profesor Abrante explica que "hoy se realiza screening auditivo a todos los recién nacidos, se analiza los antecedentes personales, los antecedentes familiares y el desarrollo de la enfermedad. Asimismo, se realiza un examen físico: de los oídos, de la audición y un examen neurológico, que a veces, completamos con pruebas de imagen (RMN y TC)".
Asismismo, el profesor ha incidido en el diagnóstico precoz de la hipoacusia para tratarla cuanto antes y obtener un mejor resultado, ya que en palabras del doctor "todos los pacientes pueden mejorar su audición, ya sea con medicamentos, cirugía o el uso de audífonos u otros dispositivos". En los casos de pérdida auditiva severa o profunda, el especialista insiste en que puede recurrirse al implante coclear, "considerado como uno de los grandes avances médicos de la historia reciente y, sin duda, como el más importante en el ámbito de la salud auditiva", ha concluido.