Un estudio a cargo de doctores de la Universidad de Leeds y de la Universidad de Sheffield, Reino Unido, sugiere que es seguro operar a pacientes con un diagnóstico positivo de Covid dos semanas después, siempre que se hayan recuperado.
Antes de esta nueva investigación, la colaboración COVIDSurg fue el estudio prospectivo más grande sobre los resultados quirúrgicos después de la infección por SARS-CoV-2, y mostró un mayor riesgo de mortalidad posoperatoria y complicaciones pulmonares hasta siete semanas después de una prueba positiva en pacientes que se han recuperado completamente.
Ese estudio se realizó antes de que estuvieran disponibles las vacunas o la terapia farmacológica basada en la evidencia para la Covid grave. Sin embargo, la guía del Reino Unido (RU) y Alemania todavía recomienda diferir la cirugía electiva diferible durante siete semanas después de la infección por SARS-CoV-2. Por el contrario, la guía más reciente en los EE.UU. recomienda un aplazamiento de siete semanas solo en personas no vacunadas.
La mortalidad posoperatoria a los 30 días fue del 0,2% y las complicaciones posoperatorias a los 30 días inferiores al uno por ciento en la era de la pandemia con vacuna
Ahora, esta investigación, publicada en la revista Anesthesia, pretende que los pacientes puedan ser operados dos semanas después de un diagnóstico. "Si, como sugieren nuestros datos, el riesgo asociado con la cirugía después de la infección por SARS-CoV-2 es mucho más bajo de lo que se pensaba anteriormente, retrasar la cirugía podría causar más daño que bien, particularmente en pacientes que ya han esperado más de lo deseable para la cirugía", ha indicado uno de los investigadores, el doctor, Alwyn Kotzé.
El estudio consideró unas 3,6 millones de cirugías de las bases de datos del Servicio Nacional de Salud (NHS) en Inglaterra. En general, la mortalidad posoperatoria a los 30 días fue del 0,2% y las complicaciones posoperatorias a los 30 días inferiores al uno por ciento en la era de la pandemia con vacuna. La mortalidad por cirugía realizada dentro de las dos semanas posteriores a una prueba positiva fue del 1,1% y descendió al 0,3% a las cuatro semanas.
Los autores señalan las limitaciones del estudio, incluido que los hallazgos no deben usarse para guiar la toma de decisiones para grupos de mayor riesgo.