Los investigadores han identificado una familia de proteínas que está significativamente elevada en la saliva de los pacientes hospitalizados con COVID-19. Estas proteínas, conocidas como ligandos de efrinas, podrían servir potencialmente como biomarcador para ayudar a los médicos a identificar a los pacientes que corren el riesgo de padecer una enfermedad grave.
"Las efrinas son detectables en las muestras de saliva y podrían servir como marcadores complementarios para controlar la progresión de la enfermedad por COVID-19", explica la autora del estudio, Erika Egal, becaria postdoctoral en el laboratorio de Patrice Mimche, en el Departamento de Patología de la Universidad de Utah Health (Estados Unidos). "Podemos recoger la saliva sin daño o molestia para la mayoría de los pacientes, lo que puede revelar las respuestas de los pacientes a COVID-19 y potencialmente guiar la atención".
Para el estudio, presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Fisiología durante el encuentro de Biología Experimental (EB) 2022, que se celebra en Filadelfia, los investigadores analizaron muestras de saliva recogidas de pacientes ingresados en el servicio de urgencias del Hospital de la Universidad de Utah con síntomas respiratorios.
"Las efrinas son detectables en las muestras de saliva y podrían servir como marcadores complementarios para controlar la progresión de la enfermedad por COVID-19"
Sesenta y siete de los pacientes dieron positivo en la prueba de COVID-19, mientras que 64 no lo hicieron. Descubrieron que la presencia de ligandos de efrina en la saliva estaba fuertemente asociada al diagnóstico de COVID-19 grave.
Los investigadores aseguran que los resultados del estudio podrían ayudar a arrojar luz sobre los procesos biológicos implicados en las reacciones graves a la infección por COVID-19. Estudios anteriores sugieren que las efrinas desempeñan un papel en las lesiones y la inflamación.
No obstante, los científicos subrayan que se necesita más investigación para determinar si las concentraciones de efrinas están relacionadas con una mayor probabilidad de hospitalización, enfermedad crítica o muerte.
Además, a medida que surgen nuevas variantes víricas, puede ser difícil saber si las pruebas COVID-19 existentes son capaces de detectar con precisión las infecciones que implican nuevas variantes. La búsqueda de efrinas en la saliva podría ofrecer una forma sencilla y no invasiva de aportar pruebas que corroboren la incoherencia entre los resultados de las pruebas y el cuadro clínico, señala Egal.
"La saliva está repleta de información más allá de la detección de la propia infección por COVID-19", añade Mimch. "Demostramos que las células inmunitarias, las citocinas y las proteínas solubles pueden medirse de forma fiable a partir de muestras de saliva. Nuestros hallazgos proporcionan un punto de partida para las investigaciones que buscan las vías causales entre la infección y los malos resultados médicos", resalta.