Un equipo del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha propuesto una alternativa para la vigilancia del sarampión. En concreto, el nuevo método analiza una región diferente del genoma del virus del sarampión que mejora la identificación del origen de los casos, de las cadenas de transmisión en los brotes y de los eventos de importación. Este nuevo sistema puede ser útil en países como España, en los que la enfermedad se considera eliminada.
Hasta el momento, el método utilizado para la vigilancia molecular del virus del sarampión es el estudio de sus variantes genéticas mediante la secuenciación de 450 nucleótidos del gen N (N450), pero no siempre permite discriminar ni rastrear las cadenas de transmisión.
La realización de los análisis epidemiológicos y moleculares ha permitido valorar de manera positiva el uso de esta alternativa de vigilancia genómica
Las autoras recuerdan que entre 2017 y 2020 la mayoría de las secuencias del virus del sarampión pertenecían a solo dos variantes de N450, por lo que su trabajo propone y evalúa el uso adicional de una región no codificante (MF-NCR) del genoma del virus, como herramienta para mejorar la resolución e inferir el origen de los casos, las cadenas de transmisión y la caracterización de los brotes.
Para confirmar las posibilidades de este método, las investigadoras han trabajado con 115 secuencias MF-NCR de virus del sarampión, obtenidas entre 2017 y 2020 de pacientes infectados con dos tipos de variantes del virus.
La realización de los análisis epidemiológicos y moleculares, incluyendo el análisis filogenético y filodinámico, junto con la aplicación de un modelo matemático para determinar la relación entre los clados identificados, ha permitido valorar de manera positiva el uso de esta alternativa de vigilancia genómica.
Los clados son grupos filogenéticos que definen la evolución biológica de un organismo, que explican cómo actúa y se comporta, y en ellos se pueden observan diferencias genéticas de virus circulantes.
Concretamente, la aplicación de este modelo ha permitido identificar las cadenas de transmisión dentro de los brotes, así como diferentes introducciones del virus que habían pasado desapercibidas con los datos epidemiológicos y moleculares disponibles anteriormente.
Las autoras explican que los resultados obtenidos "demuestran la capacidad de esta alternativa para mejorar la identificación de casos importados de sarampión en una zona geográfica determinada". Según explican, la identificación de más cadenas de transmisión indica que el tamaño de los brotes relacionados con los casos importados estudiados entre 2017 y 2020 fue menor que el definido previamente con el estudio epidemiológico y los datos de N450, "lo que apoya que la transmisión endémica del sarampión estuvo ausente en España entre 2017 y 2020".
Las autoras explican que los resultados obtenidos "demuestran la capacidad de esta alternativa para mejorar la identificación de casos importados de sarampión en una zona geográfica determinada"
Como conclusión, las investigadoras proponen que las futuras recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideren la utilización de la región MF-NCR del virus, junto con el estudio de las variantes N450, para la vigilancia del sarampión en países en situación de eliminación como el nuestro.
El trabajo, que se ha publicado en la revista científica 'Frontiers in Microbiology', está liderado por investigadoras del Centro Nacional de Microbiología y del Centro Nacional de Epidemiología del ISCIII. Entre las firmantes están Camille Jacqueline (programa EUPHEM, ECDC), Ana María Gavilán, Noemí López-Perea, Josefa Masa-Calles, Juan E. Echevarría y Aurora Fernández-García, que también pertenecen al Área de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) del Instituto.