Dyson ha elegido al proyecto vencedor de la edición española del James Dyson Award y ha reconocido a tres estudiantes de ingeniería por su invento Pinsoft, un dispositivo que busca eliminar el miedo a las agujas y que aspira a ayudar en la vacunación contra la Covid-19.
Se estima que el 10% de la población tiene fobia a las inyecciones, conocida como tripanofobia, que puede causar taquicardia, opresión en el pecho, sudoración, náusea o mareo. Estas personas pueden llegar a evitar las visitas al doctor o no quieren vacunarse contra la Covid-19.
Tres estudiantes de Ingeniería de Diseño Industrial y Desarrollo de Productos de la Universitat Jaume I de Castellón de la Plana han identificado el problema y han encontrado una solución que lleva el nombre de 'Pinsoft', un proyecto que les ha permitido ganar el James Dyson Award nacional para España.
Pinsoft es un dispositivo que estimula la piel alrededor de la zona de inyección para que el paciente no se dé cuenta del contacto de la aguja
"Gracias a nuestro producto, queremos reducir o eliminar por completo el número de personas que rechazan las inyecciones", han afirmado los tres autores, Sofía Aparicio Ródenas, Laura Martinavarro Fuertes, ambas de 22 años, y Juan Carlos Espert Cervera, de 25.
Pinsoft es un dispositivo que estimula la piel alrededor de la zona de inyección para que el paciente no se dé cuenta del contacto de la aguja con la piel y, por lo tanto, no perciba ningún pinchazo.
Una gran cantidad de palillos redondos, llamados 'spikes', presionan contra la piel y camuflan así el pinchazo real. Esto permite reducir notablemente el dolor provocado por el pinchazo.
Además, el dispositivo cilíndrico oculta la jeringuilla para que el paciente no la vea. Pinsoft se puede utilizar para todo tipo de inyecciones (intravenosas, intramusculares, subcutáneas o intradérmicas).
El ganador español recibe un premio de 2.350 euros y, junto a los dos finalistas, pasa al siguiente nivel del concurso para ganar el premio internacional
El James Dyson Award es un premio internacional de diseño que anima a los futuros ingenieros a aplicar sus conocimientos tecnológicos para encontrar soluciones innovadoras que puedan mejorar la vida de las personas.
Hasta ahora, el concurso ha permitido apoyar financieramente casi 250 inventos. Además, desde la primera ceremonia de entrega de premios en 2005, James Dyson ha destinado más de 100 millones de libras esterlinas (casi 120 millones de euros) a ideas revolucionarias en el ámbito educativo y otras causas benéficas.
Este año el concurso ha recibido más de 2.000 proyectos de todo el mundo, el mayor número de inscripciones hasta la fecha. El concurso es organizado por la Fundación James Dyson, una organización benéfica que se interesa a la formación de la siguiente generación de ingenieros.
Entre los proyectos españoles presentados, un panel de profesionales ha seleccionado Pinsoft como ganador nacional y otros dos proyectos como finalistas para el James Dyson Award de este año. El ganador español recibe un premio de 2.350 euros y, junto a los dos finalistas, pasa al siguiente nivel del concurso para ganar el premio internacional.
Athos, el primer zapato de escalada personalizado salido de una impresora 3D, finalista
"Con nuestro invento queremos resolver un problema que se conoce desde hace mucho tiempo, pero que ahora está más presente debido a la campaña de vacunación global contra la Covid-19. Nuestro objetivo es por lo tanto ver Pinsoft en muchos centros de vacunación para que contribuya a aumentar el número de personas vacunadas", afirman los tres ganadores.
ATHOS Y LAINO SON LOS DOS PROYECTOS FINALISTAS
Asimismo, Dyson ha concedido también premios a dos proyectos finalistas a nivel español. El primero es Athos, el primer zapato de escalada personalizado salido de una impresora 3D.
Este invento, creado por seis jóvenes estudiantes de Barcelona y Mallorca, busca hacer la escalada menos peligrosa. Antes de imprimir el zapato, se escanea el pie del escalador, de manera que es posible crear un zapato adaptado con precisión a la forma del pie, pero también a las necesidades individuales y al tipo de escalada. Además, el proceso de producción ha sido estudiado para ser muy sencillo y minimizar la huella de carbono.
El otro proyecto finalista es Laino, un vehículo público para el transporte privado propulsado por un motor eléctrico
El otro proyecto finalista es Laino, un vehículo público para el transporte privado propulsado por un motor eléctrico que busca suplir la necesidad de un vehículo eléctrico utilizable individualmente.
Basándose en estos resultados, Maider Lizeaga Sistiaga, de 22 años, estudiante de diseño industrial y desarrollo de productos de la Universidad de Mondragón, ha desarrollado un vehículo eléctrico público para ayudar a los trabajadores a desplazarse.
Laino utiliza energía renovable (solar o eólica) y quiere abrir el camino hacia un nuevo concepto de movilidad sostenible. Asimismo, debería brindar un medio de transporte individual a aquellas personas que no pueden permitirse un coche.
CONCURSO INTERNACIONAL
Todos los finalistas nacionales son considerados para la fase internacional del James Dyson Award. Un jurado formado por ingenieros de Dyson escoge a los 20 mejores finalistas.
Por último, el fundador y director ejecutivo de la empresa, Sir James Dyson, selecciona a un ganador internacional y a dos finalistas.