Las autoridades portuguesas han anunciado este lunes 13 de septiembre el levantamiento del uso obligatorio de la mascarilla en las calles del país, si bien la población tendrá que seguir llevándola en el transporte público, las aulas, tiendas y lugares de entretenimiento, como cines.
Las nuevas directrices del Ministerio de Sanidad recomiendan su uso "cuando sea previsible la aparición de aglomeraciones o siempre que no sea posible mantener la distancia físicamente".
A pesar de que su utilización en la calle no es necesaria, el Gobierno ha recordado que la mascarilla es una herramienta eficaz para prevenir la transmisión de la COVID-19, especialmente en espacios cerrados.
Recomiendan su uso "cuando sea previsible la aparición de aglomeraciones o siempre que no sea posible mantener la distancia físicamente"
La mascarilla seguirá siendo obligatoria en los centros de mayores y se aconseja su uso para las "personas vulnerables", especialmente para las que sufran enfermedades crónicas o inmunodepresión.
La obligatoriedad de la mascarilla en la calle estuvo vigente en Portugal durante 318 días, desde la aprobación el pasado 28 de octubre de una ley en el Parlamento que fue renovada en varias ocasiones. Sin embargo, ningún partido ha propuesto una nueva prórroga de la medida más allá de este domingo.
Según el último informe de vacunación, el 78% de la población de Portugal ya ha sido vacunada contra el coronavirus con la pauta completa, mientras que el 85 por ciento ha recibido al menos una dosis.