Según un estudio publicado en la revista 'JAMA Network Open', una de cada dos personas que se han infectado por la variante ómicron no sabían que tenían el virus.
Estudios anteriores han estimado que al menos el 25% y posiblemente hasta el 80% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 pueden no experimentar síntomas. En comparación con otras variantes del SARS-CoV-2, la ómicron se asocia con síntomas generalmente menos graves que pueden incluir fatiga, tos, dolor de cabeza, dolor de garganta o secreción nasal.
Los investigadores del Cedars-Sinai de Nueva York aseguran que "los resultados de nuestro estudio se suman a la evidencia de que las infecciones no diagnosticadas pueden aumentar la transmisión del virus --añade Sandy Y. Joung, investigadora del Cedars-Sinai y primera autora del estudio--. Un bajo nivel de concienciación sobre la infección ha contribuido probablemente a la rápida propagación de ómicron".
Estudios anteriores han estimado que al menos el 25% y posiblemente hasta el 80% de las personas infectadas por el SARS-CoV-2 pueden no experimentar síntomas
Como parte de la investigación sobre los efectos de COVID-19 y el impacto de las vacunas, los investigadores comenzaron a recoger muestras de sangre de los trabajadores sanitarios hace más de dos años. En el otoño de 2021, justo antes del inicio de la oleada de variantes de ómicron, los investigadores pudieron ampliar la inscripción para incluir a los pacientes, gracias a la infraestructura del estudio y al apoyo de procesamiento de bioespecímenes proporcionado por Sapient Bioanalytics.
De los trabajadores sanitarios y los pacientes que han participado en la investigación, los investigadores identificaron a 2.479 personas que habían aportado muestras de sangre justo antes o después del inicio de la oleada de ómicron. Los investigadores identificaron a 210 personas que probablemente estaban infectadas con la variante ómicron, basándose en los nuevos niveles positivos de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en su sangre.
A continuación, los investigadores invitaron a los participantes en el estudio a proporcionar información actualizada sobre su estado de salud mediante encuestas y entrevistas. Sólo el 44% de los participantes con anticuerpos contra el SRAS-CoV-2 recientemente positivos eran conscientes de estar infectados por el virus.
La mayoría (56%) desconocía cualquier infección reciente por COVID-19. De los participantes que no lo sabían, sólo el 10% declaró haber tenido algún síntoma reciente que atribuyó a un resfriado común o a otro tipo de infección
La mayoría (56%) desconocía cualquier infección reciente por COVID-19. De los participantes que no lo sabían, sólo el 10% declaró haber tenido algún síntoma reciente que atribuyó a un resfriado común o a otro tipo de infección.
Según los investigadores, se necesitan más estudios en los que participe un mayor número de personas de diversas etnias y comunidades para saber qué factores específicos están relacionados con la falta de conocimiento de la infección.
"Esperamos que la gente lea estos resultados y piense: 'Acabo de estar en una reunión en la que alguien dio positivo', o 'Acabo de empezar a sentirme un poco mal. Quizá debería hacerme una prueba rápida'. Cuanto mejor conozcamos nuestros propios riesgos, mejor protegeremos la salud del público y de nosotros mismos", afirma Cheng, titular de la Cátedra Erika J. Glazer de Salud Cardiovascular de la Mujer y Ciencias de la Población del Cedars-Sinai.
Cheng y sus colegas también están estudiando los patrones y los factores de predicción de las reinfecciones y su potencial para ofrecer una inmunidad duradera al SARS-CoV-2. Además de aumentar la concienciación, esta información podría ayudar a las personas a gestionar su riesgo individual.