Los problemas para dormir son una circunsatncia recurrente en muchas personas, así, el insomnio puede presentarse de forma puntual o recurrente a lo largo de la vida. A esto se ha sumado la pandemia de la Covid-19, que ha aumentado la población que sufre este tipo de problemas de descanso. De este modo, muchas de las personas que luchan contra el insomnio tarde o temprano terminan recurriendo a algún tipo de ayuda para dormir en forma de pastillas o medicamentos. Sin embargo, un estudio llevado a cabo en Noruega a más de 34.000 adultos sugiere que algunos de los afectados por problemas para dormir deberían priorizar hacer ejercicio en lugar de tomar fármacos.
"Hemos observado que las personas que están en mejor condición física tienen un menor riesgo de tomar pastillas para dormir recetadas", ha señalado Linda Ernstsen, profesora asociada del Departamento de Salud Pública y Enfermería de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
Aproximadamente el 17% de los problemas de sueño de los participantes eran lo suficientemente graves como para justificar una receta de su médico
Los resultados del estudio, que reciente se han publicado en la revista 'Mayo Clinic Proceedings', se desprenden de una revisión de datos de los participantes de una gran Encuesta de salud de Trondelag de Noruega - el estudio HUNT-. Un total de 240.000 personas de Trondheim han participado en la encuesta desde que comenzó en 1984. Y hasta la fecha se han realizado cuatro rondas de encuestas.
La encuesta de salud permite a los investigadores seguir la evolución de la salud de las personas durante muchos años. Esta vez vincularon los datos de HUNT con la información de la base de datos y se siguió a los participantes en el tercer estudio HUNT (2006-08) hasta el 1 de enero de 2018. "Casi 5.800 de los participantes recibieron su primer medicamento recetado para dormir durante el período de estudio", ha señalado Ernstsen. Esto significa que aproximadamente el 17% de los problemas de sueño de los participantes eran lo suficientemente graves como para justificar una receta de su médico. Pero los participantes que estaban en las mejores condiciones usaron menos de estos medicamentos recetados.
BENEFICIA MÁS A HOMBRES
"Estos hallazgos sugieren que estar en buena forma física también puede ayudarlo a dormir mejor", señala Ernstsen. Desafortunadamente, el efecto beneficioso del ejercicio es más fuerte para los hombres que para las mujeres. Los hallazgos muestran que los hombres más aptos tenían un 15% menos de riesgo de necesitar medicamentos para problemas de sueño.
"El porcentaje de riesgo correspondiente para las mujeres más aptas fue mucho menor. Pero las mujeres que luchan con el sueño aún pueden beneficiarse de estar en mejor forma", explica Ernstsen. El extenso estudio sigue a la población adulta durante un largo período de tiempo. Por lo tanto, los investigadores concluyen que estos hallazgos deberían influir en los consejos sobre el sueño que los médicos dan a sus pacientes. "Nuestros hallazgos respaldan la idea de que mejorar o mantener el estado físico puede ser una alternativa eficaz para prevenir los problemas del sueño", concluye.