Las personas con trastorno del espectro autista (TEA) o trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) tienen un mayor riesgo de mortalidad, según un estudio coordinado desde la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII y el CIBER de Salud Mental (CIBERSAM).
El estudio, publicado en la revista JAMA Pediatrics, ha llevado a cabo una revisión sistemática que incluía búsquedas en múltiples bases datos y bibliotecas científicas como PubMed/MEDLINE, Embase, Scopus, Web of Science, y PsycINFO, la investigación localizó 2.541 artículos y, tras cribar según los parámetros establecidos en el protocolo del estudio, se incluyeron 27 estudios en los que habían participado más de 640.000 participantes.
Los resultados del estudio señalan que el riesgo de mortalidad por todas las causas fue mayor para las personas con TEA o en las personas con TDAH que para la población general. Entre las personas con TEA aumentaron tanto las muertes por causasnaturales como aquellas por causas no naturales, mientras que entre las personas con TDAH solo se observaron incrementos significativos entre los fallecimientos por causas no naturales.
Los autores de la investigación señalan que entender los mecanismos de la mortalidad asociada con el TEA o el TDAH puede ayudar a diseñar estrategias específicas para prevenir muertes evitables
La conclusión del metanálisis revela que las personas con TEA o TDAH tienen un mayor riesgo de mortalidad que la población general. Los autores de la investigación señalan que entender los mecanismos de la mortalidad asociada con el TEA o el TDAH puede ayudar a diseñar estrategias específicas para prevenir muertes evitables, y añaden que la heterogeneidad observada entre los estudios debe explorarse más a fondo mediante la recogida de datos en subgrupos de población específicos.
Ferrán Catalá-López, científico titular del Departamento de Planificación y Economía de la Salud de la Escuela Nacional de Sanidad del ISCIII, miembro del CIBERSAM y primer firmante del trabajo, considera que estos resultados puedan orientar futuras investigaciones y apunta hacia la necesidad de "más estudios prospectivos, en particular para examinar la mortalidad por causas específicas, en poblaciones más amplias de niños y jóvenes con TEA y TDAH, que incluyan algunas de las comorbilidades más frecuentes".
Catalá-López añade que ambos trastornos "pueden manejarse con programas adecuados y concretos a edades tempranas", y que "buena parte de las muertes prematuras, al menos las debidas a causas no naturales, pueden prevenirse".
En la investigación, además de la coordinación desde la Escuela Nacional de Sanidad y el grupo 24 CIBERSAM del ISCIII, han participado investigadores de numerosos centros españoles e internacionales: la Universidad de Valencia; el Instituto de Investigación Sanitaria de Valencia (INCLIVA); el Instituto Aragonés de Ciencias de laSalud (IACS); el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona; el Hospital y la Universidad de Ottawa, en Canadá; la Universidad de Monash, en Australia; la Universidad de Harvard, en EEUU, y el Brigham and Women's Hospital, también en Estados Unidos.