La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén ha condenado a dos años de prisión y a indemnizar al Servicio Andaluz de Salud (SAS) en 354. 477,28 euros a una farmacéutica de Jaén, L.H.G., por estafar al Servicio Andaluz de Salud (SAS) mediante la elaboración de cupones-precinto "ficticios" que luego adhería a los justificantes de dispensación de receta electrónica.
La farmacéutica, que durante el juicio ha reconocido los hechos y se ha declarado culpable, deberá abonar una multa de 960 euros e indemnizar al Servicio Andaluz de Salud en 2.500 euros por los daños causados. Además, se ha conformado con una inhabilitación durante un año para el ejercicio de la profesión farmacéutica.
No ha sido nueva la presencia en el banquillo de esta farmacéutica. El pasado mes de octubre ya fue condenada por la Audiencia de Jaén a dos años de cárcel y a indemnizar al SAS en 302.073 euros por estafar a la administración sanitaria andaluza mediante la falsificación de recetas médicas.
"Estoy de acuerdo con el acuerdo adoptado". Son las palabras pronunciadas por la farmacéutica ante el tribunal para conformarse con la pena planteada por el Ministerio Fiscal, una vez reconocidos los atenuantes de reparación del daño y confesión tardía
Aunque el Ministerio Fiscal reclamaba inicialmente para M.L.H.G., cuatro años y medio de prisión, 2.400 euros de multa e indemnizar al SAS en 358.323,74 euros, finalmente y en aras a la conformidad alcanzada, se le han aplicado dos atenuantes lo que ha permitido rebajar la condena y facilitar el acuerdo.
"Estoy de acuerdo con el acuerdo adoptado". Son las palabras pronunciadas por la farmacéutica ante el tribunal para conformarse con la pena planteada por el Ministerio Fiscal, una vez reconocidos los atenuantes de reparación del daño y confesión tardía.
Y es que la procesada antes de la celebración del juicio ya había consignado gran parte del dinero estafado al SAS y que debe devolver en concepto de responsabilidad civil. Solo queda por abonar una pequeña parte para la que se cerrará un calendario de pago que asegure al SAS recuperar todo lo defraudado.
Pese a sumar dos condenas cárcel en el último mes, la farmacéutica no ingresará en prisión ya que los hechos que se han sentenciado este viernes se perpetraron cuando ella todavía estaba condenada por hechos similares.
En la presente causa, el Ministerio Fiscal en su escrito de calificación provisional al que ha accedido Europa Press, y con el que se ha conformado la acusada, recoge que la falsificación de los cupones-precinto de los embalajes de medicamentos y de otros productos sanitarios la llevó a cabo entre febrero de 2016 y abril de 2019.
Las recetas a los que se añadían estos cupones falsos correspondían a pacientes en su gran mayoría de edad avanzada y residentes en centros sociosanitarios de Jaén, Granada y Almería, así como personas con algún tipo de discapacidad también ingresadas en centros.
En total, se detectaron 4.097 cupones-precinto falsificados, de los que 1.387 se correspondían con medicamentos, 1.278 a productos dietéticos y 1.432 a efectos y accesorios, "sin que realmente pretendiese dirigir el envase del fármaco y su contenido al destinatario que en la receta rellenada se hacía constar, ni por tanto sin que procediera a continuación a dispensarlos a los pacientes correspondientes".
A la procesada se le ha condenado por "maquinar" este sistema que se basaba en colocar los cupones-precinto de los envases farmacéuticos "con apariencia de originales" para que "figuraran facturados como dispensados al paciente" y así poder "remitir y facturar dichas recetas indebida y fraudulentamente al Servicio Andaluz de Salud".
En febrero de 2020, la Sección Tercera condenó a dos años de prisión a un farmacéutico jiennense por "inflar" desde su farmacia de Huelma (Jaén) las recetas del Servicio Andaluz de Salud (SAS)
El Ministerio Público había calificado los hechos como constitutivos de un delito continuado de falsificación de documento oficial y de un delito continuado de estafa, por los que finalmente ha sido condenada. Ya es la tercera vez que la Audiencia de Jaén enjuicia un caso de este tipo. En febrero de 2020, la Sección Tercera condenó a dos años de prisión a un farmacéutico jiennense por "inflar" desde su farmacia de Huelma (Jaén) las recetas del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
Además, se le condenó a dos años de inhabilitación para el ejercicio de la profesión y al pago de una multa de 960 euros. Asimismo, el falló estableció que debía indemnizar al SAS en 1.151.431,23 euros y en 5.500 euros al Colegio de Farmacéuticos de Jaén.
En el caso de Huelma también fue una sentencia alcanzada por conformidad de las partes después de que el acusado reconociera los hechos y se declarara culpable de los mismos. Lo hizo en una vista en la que quedó absuelta la esposa del procesado, después de que el SAS y el Colegio de Farmacéuticos retiraran la acusación.