Un nuevo estudio revela cuántos perjuicios ha ocasionado la pandemia de la COVID-19 a los profesionales de la Medicina que tienen hijos en casa, con especial énfasis en el caso de las médicas que son madres. Los datos a largo plazo sobre su salud mental muestran que se originó una notoria brecha de género en el ámbito de la depresión y la ansiedad en comparación con sus homólogos masculinos.
El estudio, publicado en JAMA Network Open, utiliza datos extraídos de un estudio a largo plazo de médicos que inician su carrera, incluida información sobre su salud mental prepandémica. La investigación está dirigido por expertos de la Universidad de Michigan que inscribieron a los facultativos, por primera vez, hace más de una década, cuando estaban en su primer año de formación posterior a la facultad de Medicina y participaron en el Intern Health Study. El estudio de seguimiento los encuestó en 2018 y 2020.
Donde las madres-médicos y los padres-médicos obtuvieron puntajes similares en los niveles de depresión prepandémicos, para agosto de 2020 las mujeres obtuvieron puntajes significativamente más altos que los hombres en la escala de depresión
De los 215 médicos-padres de niños menores de 18 años que completaron la encuesta en agosto de 2020, el estudio muestra que los médicos-madres obtuvieron puntajes significativamente más altos que los padres-médicos en síntomas de depresión y ansiedad en agosto de 2020. Para ambos sexos, dormir menos se asoció con resultados más altos en ambas medidas de salud mental.
Donde las madres-médicos y los padres-médicos obtuvieron puntajes similares en los niveles de depresión prepandémicos, para agosto de 2020 las mujeres obtuvieron puntajes significativamente más altos que los hombres en la escala de depresión.
El equipo de investigación también comparó a los médicos-padres con galenos que no eran padres en 2018 o 2020. Los que no eran padres no tenían brecha de género en las puntuaciones de depresión o ansiedad en ninguna de las encuestas.
Elena Frank, directora del Intern Health Study y asistente científica del Michigan Neuroscience Institute, señala que el estudio es el primero en proporcionar evidencia de que las condiciones pandémicas han contribuido a las disparidades de género en los conflictos entre el trabajo, la familia y la salud mental. Las pesquisas también confirman que el coste emocional y profesional de la pandemia es mayor para las madres que para los padres.
"El establecimiento de soluciones institucionales y de políticas públicas para mitigar los efectos a largo plazo en el bienestar y la carrera de las madres médicas también será fundamental, incluido un camino viable para la reintegración en la Medicina a medida que salimos de la pandemia"
“Con el aumento de la carga sobre las madres-médicas durante la pandemia, estos hallazgos muestran la necesidad de una acción inmediata para garantizar que tengan acceso al apoyo adecuado en el trabajo y en el hogar”, ha expresado Frank, primera firmante del estudio.
La propia directora del Intern Health Study agrega que "el establecimiento de soluciones institucionales y de políticas públicas para mitigar los efectos a largo plazo en el bienestar y la carrera de las madres médicas también será fundamental, incluido un camino viable para la reintegración en la Medicina a medida que salimos de la pandemia".