La Federación Española de Enfermedades Neuromusculares (Federación ASEM) ha pedido al Ministerio de Sanidad y a las comunidades autónomas que las personas con estas patologías sean consideradas un grupo prioritario dentro de la 'Estrategia de Vacunación frente a la COVID-19', ya que se evitarían "posibles complicaciones" en la salud de los pacientes, se frenarían las hospitalizaciones y el riesgo de mortalidad.
Así lo ha manifestado el presidente de Federación ASEM, Manuel Rego, coincidiendo con el Día Mundial de las Enfermedades Raras, dado que las enfermedades neuromusculares representan el mayor grupo de las denominadas raras.
De hecho, según datos facilitados por el miembro del comité de expertos de Federación ASEM, Gerardo Gutiérrez, se estima que el 20 por ciento de los casos de enfermedades raras corresponden a enfermedades neuromusculares hereditarias y que más de 60.000 personas padecen una enfermedad neuromuscular en España.
Se estima que el 20 por ciento de los casos de enfermedades raras corresponden a enfermedades neuromusculares hereditarias
Desde la organización han alertado de que entre los colectivos que pueden presentar un mayor riesgo al contagio y, en consecuencia, desarrollar una Covid-19 grave están aquellos pacientes que tienen una enfermedad neuromuscular como, por ejemplo, ELA, miastenia o distrofias musculares, entre otras, pues muchos de los pacientes con estas patologías presentan debilidad muscular torácica, problemas respiratorios o afectaciones cardiacas.
Por ello, han insistido en que, pese a que la propia estrategia reconoce su riesgo al considerarse su especial condición de vulnerabilidad, a lo que se suma que estas enfermedades, en algunos casos, generan discapacidad física y orgánica, se hace necesario darles prioridad en el siguiente grupo a inmunizar para así protegerles "cuanto antes" ya que están más expuestos al virus, debido a la gran frecuencia con la que acuden a los hospitales y centros sociosanitarios o la necesidad que tienen de tener apoyo de terceras personas para realizar actividades cotidianas.
Finalmente, han puesto el foco en el entorno familiar, asistencial y sociosanitario, que actualmente no se encuentran entre los grupos priorizados, para hacer hincapié en la necesidad de incorporarlos ya que, a su juicio, deberían vacunarse al mismo tiempo que las personas a las que atienden, para evitar complicaciones aparejadas y situaciones que pueden poner en peligro su vida e incluso para proteger a los menores con enfermedades neuromusculares que, por el momento, no van a ser vacunados.