Desde el año 2020 el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS),Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha esbozado una nueva vía para reorientar las economías de modo que ofrezcan lo que importa: salud para todos. El objetivo es conseguir que la salud humana y planetaria sen encuentre en el centro de cómo se diseñan los sistemas y políticas sociales, sanitarios y económicos.
El informe, 'Salud para todos: transformar las economías para ofrecer lo que importa', se ha presentado en una rueda de prensa este martes, donde se propone crear una nueva narrativa económica con el fin de que "la financiación de la salud pase de un gasto a una inversión", según ha explicado la presidenta del Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos, Mariana Mazzucato.
"No estamos más preparados que antes porque no hemos tratado la salud para todos con seriedad. No hemos diseñado modelos empresariales, estructuras de gobierno ni asociaciones público-privadas orientadas a los resultados", ha señalado Mariana Mazzucato.
"No estamos más preparados que antes porque no hemos tratado la salud para todos con seriedad. No hemos diseñado modelos empresariales, estructuras de gobierno ni asociaciones público-privadas orientadas a los resultados"
Por este motivo, los expertos del Consejo han tratado de "repensar la teoría económica para rediseñar un tipo de economía muy diferente, centrada en las personas y en el planeta", según ha explicado Mazzucato. "No podemos limitarnos a pedir más dinero, sino diferentes tipos de financiación", ha añadido.
La economista miembro del Consejo, Jayati Ghosh, ha explicado que, con este informe, "no buscan la salud para la economía, sino la economía para la salud", y añade "No basta con tener más financiación pública para las cosas buenas. Tenemos que evitar que ocurran las cosas malas. Y ése es realmente el problema. No basta con más financiación pública para lo bueno, hay que prevenir lo malo".
"Nuestro objetivo no es el PIB. No decimos qué aumentará la actividad económica. Estamos diciendo que vamos a dirigir la actividad económica a nuestros objetivos sociales, que incluyen la salud de la gente y la salud de las personas", ha expresado. De modo que el gasto sanitario se considere una inversión a largo plazo, con más fondos y una financiación de mayor calidad. Así como un nuevo ecosistema de innovación sanitaria integral que dé prioridad al bien común.
"Nuestro objetivo no es el PIB. No decimos qué aumentará la actividad económica. Estamos diciendo que vamos a dirigir la actividad económica a nuestros objetivos sociales, que incluyen la salud de la gente"
Por su parte, el director general de la OMS, Tedros Adhanom, ha apuntado que, ahora, "en lugar de ver la salud para todos como la sierva del crecimiento económico, se tiene una hoja de ruta para estructurar la actividad económica de manera que permita alcanzar el objetivo de ver a todas las personas con acceso a los servicios sanitarios esenciales más rápidamente y con mejores resultados".
Durante la rueda de prensa, el director general de la OMS ha destacado tres aspectos que se muestran en el informe. En primer lugar, "el informe implora al mundo que deje de utilizar el PIB como medida de progreso" ya que "no tiene en cuenta los ingentes recursos que se dedican al trabajo no remunerado, que a menudo es la mejor forma de ganarse la vida". En segundo lugar, el informe "pide a los países y a los organismos de financiación que dejen de poner camisas de fuerza a los países de renta baja y media mediante medidas de austeridad que prohíben invertir en sanidad". Y, por último, "el Consejo señala que la innovación funciona mejor cuando existen asociaciones entre los sectores público y privado".